Estados Unidos ha dicho que mató a más de 100 combatientes leales al régimen sirio de Bashar al-Assad, ya que repelió el asalto a una base controlada por Estados Unidos en el este de Siria, el enfrentamiento más serio entre la alianza liderada por Washington y las fuerzas gubernamentales en el país.
Las noticias de la batalla surgieron en medio de otro sangriento día en Siria que señaló el fin de un estrecho cese de fuego a nivel nacional. Las fuerzas del gobierno sirio bombardearon la región del este de Ghouta, cerca de la capital, Damasco, en el tercer día de una campaña implacable que ha matado a 21 personas hasta el jueves.
La escalada de la violencia se produjo días después de una fallida conferencia de paz en Sochi auspiciada por Rusia, el principal patrocinador del régimen de Assad. Después de la conferencia, el régimen sirio y sus aliados intensificaron una campaña de violencia en Ghouta e Idlib, dos de los últimos baluartes importantes de la oposición.
Los combates en Idlib han desplazado al menos a 300,000 civiles hacia el norte de la provincia y la frontera turca, ya que las personas huyeron del avance de los combatientes del régimen.
Las fuerzas del gobierno sirio también se enfrentaron con las fuerzas estadounidenses en la provincia oriental de Deir ez-Zor, la primera vez que se produjo una confrontación a gran escala en territorio sirio.
Un funcionario de la coalición encabezada por Estados Unidos contra el Estado Islámico dijo a Reuters que había repelido un asalto coordinado de combatientes sirios en una base en la región, una batalla que los medios estatales sirios parecen confirmar con un boletín informativo que acusa a la coalición de matar docenas de milicianos.
El funcionario dijo que no hubo muertos o heridos en el ataque, que fue realizado por unos 500 combatientes, pero un combatiente sirio aliado con la coalición resultó herido. Más de cien luchadores pro-régimen fueron asesinados.
La batalla subrayó la competencia de los poderes globales y regionales que luchan en Siria y la miríada de conflictos que están procesando en territorio sirio casi siete años después de la guerra civil.
Con información de The Guardian
