Juez de Brasil ordena a Netflix que retire una comedia sobre Jesús gay

Un juez brasileño ordenó el miércoles a Netflix que dejara de mostrar un especial de Navidad que algunos llamaron blasfemo por representar a Jesús como un hombre gay y que provocó un ataque con bomba contra los satíricos detrás del programa.

El fallo de un juez de Río de Janeiro, Benedicto Abicair, respondió a una petición de una organización católica brasileña que argumentó que el “honor de millones de católicos” se vio afectado por la emisión de La primera tentación de Cristo. El especial fue producido por la compañía de cine con sede en Río de Janeiro Porta dos Fundos, cuya sede fue atacada en el ataque de Nochebuena.

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Netflix le dijo a Associated Press que no haría comentarios sobre el fallo. Porta dos Fundos también se negó a comentar sobre la decisión del juez, lo que contradecía una decisión anterior que rechazaba la censura del programa. El fallo es válido hasta que otro tribunal ordene lo contrario.

Abicair dijo que el retiro del programa “es beneficioso no solo para la comunidad cristiana, sino también para la sociedad brasileña, que es principalmente cristiana”.

El fallo llega en un momento en que el presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido acusado de librar una “guerra cultural”, recortando fondos para proyectos artísticos que “desafían los valores cristianos” e inventando contra las extravagantes celebraciones de carnaval. El hijo del presidente, Eduardo Bolsonaro, llamó a la película “basura” y dijo que los cineastas “no representan a la sociedad brasileña”.

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El día antes de Navidad, un grupo de hombres encapuchados atacó la sede de Porta dos Fundos con cócteles molotov. Nadie fue lastimado. Un video que circula días después en las redes sociales mostró a tres hombres que se atribuyeron la responsabilidad del ataque.

La Primera Tentación de Cristo muestra a Jesús regresando a casa en su 30 cumpleaños e implica que es homosexual. Grupos religiosos se erizaron ante la representación. Los creadores de la película la han defendido como legítima libertad de expresión.

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Con información de The Guardian