Desayunar como rey, comer como príncipe y cenar como mendigo para bajar de peso

Se dice que la mejor manera de vivir es desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo, y ahora los científicos han probado que es ésta la máxima histórica correcta para bajar de peso.

Un estudio de 50,000 personas encontró que aquellos que hicieron el desayuno su comida más grande del día tiene un menor Índice de Masa Corporal (IMC) que las personas que esperaron hasta la cena, incluso cuando comieron un número similar de calorías.

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Para el hombre promedio en Gran Bretaña, pesando 13,16 de piedra, la diferencia podría afeitarse seis libras de peso sin tener que hacer más ejercicio o comer menos. Para algunas personas también sería suficiente para cambiar su IMC de insalubres a saludables.

Investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda en California también encontraron que extender el tiempo entre el alimento final del día y el desayuno también estaba asociado con un BMI más bajo.

Dr Hana Kahleova, autor principal, dijo que para mantener un peso saludable la gente debe comer el desayuno y el almuerzo, omitir la cena, evitar bocadillos, hacer el desayuno la comida más grande del día y rápido para hasta 18 horas por noche.

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“Comer un desayuno grande reduce los antojos de hambre, especialmente para dulces y grasas, con lo que se contrarresta el aumento de peso”, concluyó el Dr. Kahleova.

“El consumo regular de desayuno parece aumentar la saciedad, reducir la ingesta total de energía, mejorar la calidad dietética general, reducir los lípidos en la sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina y la tolerancia a la glucosa.

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“Por otro lado, comer en la noche por lo general tiene los efectos opuestos, todos los cuales afectan negativamente el peso corporal”.

La investigación fue publicada en el Journal of Nutrition.

Con información de The Telegraph