Dentro de un tribunal abarrotado de la ciudad de Nueva York y bajo máxima seguridad, los fiscales estadounidenses acusaron a tres ex administradores de fútbol sudamericanos de aceptar millones de dólares en sobornos como parte de una red de corrupción endémica en el corazón del organismo gobernante del deporte, la FIFA.
José María Marín, ex presidente de la federación brasileña de fútbol de 85 años, Juan Ángel Napout, el paraguayo de 59 años que fue presidente del organismo gobernante del fútbol sudamericano Conmebol, y Manuel Burga, el ex presidente de 60 años. de la federación peruana de fútbol, han negado múltiples cargos de crimen organizado, fraude electrónico y lavado de dinero.
Su juicio es el primero en una extensa investigación federal sobre corrupción de la FIFA que se anunció en mayo de 2015 después de que varios funcionarios fueron arrestados durante un ataque matutino en un hotel en Zurich. Desde entonces, más de 40 funcionarios y ejecutivos de mercadeo han sido acusados por las autoridades estadounidenses de 23 que ya se declararon culpables.
Mientras los acusados miraban, Marín mirando hacia adelante, Burga con la cabeza en la mano y Napout que parecía tomar notas frenéticas, el asistente del abogado Keith Edelman señaló a cada uno de los hombres y le dijo al jurado: “Estos acusados engañaron al deporte para se benefician a sí mismos “. Agregó que” lo hicieron año tras año, torneo tras torneo, soborno tras soborno “.
La prueba se centrará en cómo se vendieron los derechos de marketing y patrocinio para dos grandes torneos sudamericanos, la Copa América y la Copa Libertadores, así como también el torneo nacional brasileño Copa do Brasil. Los funcionarios están acusados de recibir regularmente sobornos de seis cifras.
Durante su discurso de apertura, Edelman destacó un evento en mayo de 2014 en Miami, Florida, donde los funcionarios de la FIFA se habían reunido para anunciar una expansión especial del centenario de la Copa América, que se celebraría en Estados Unidos por primera vez.
Se espera que el juicio dure hasta seis semanas. Los tres acusados enfrentan una gran cantidad de tiempo en prisión si son declarados culpables.
Con información de The Guardian
