Un político populista antiinmigración podría ser elegido para el Comité del Nobel esta semana, lo que provocaría indignación y temería la credibilidad del prestigioso premio anual de la paz, y la legitimidad del organismo que lo otorga, están en riesgo.
Tres de los cinco escaños en el comité del Nobel, que es elegido por el parlamento de Noruega y debe reflejar su aspecto político, quedan vacantes este año después de las elecciones generales que vieron al Partido del Progreso populista regresar al gobierno con un 16% de cuota de voto.
El partido dijo la semana pasada que su controvertido ex líder Carl I Hagen, un opositor vocal a la inmigración que también atacó a musulmanes, homosexuales y madres solteras, pidió la retirada de Noruega de los tratados internacionales de derechos humanos y tomaría el asiento del comité Nobel al que tenía derecho. a.
Con el parlamento listo para comenzar a deliberar sobre todos los candidatos el lunes, la feroz oposición a la nominación de Hagen se ha enfocado -en público, al menos- en la convención de larga data de que los actuales miembros del gobierno y los diputados no deberían ser miembros del comité del Nobel.
Esto tiene por objeto garantizar que el comité no pueda estar sujeto a presión política si, por ejemplo, se considera que su elección de laureado podría dañar los intereses del gobierno, como en 2010, cuando China reaccionó furiosamente ante la concesión del premio a uno de sus principales disidentes. , Liu Xiaobo.
Hagen, de 73 años, es el primer diputado diputado antiinmigrante del Partido Progreso, lo que significa que podría ser llamado a sentarse en el Storting en cualquier momento, y por cualquier período de tiempo, en caso de que un MP esté ausente.
“Designar a un político activo para el comité del Nobel absolutamente enviaría una señal equivocada sobre la independencia del comité”, le dijo a The Guardian Abid Raja, diputado del parlamento liberal y vicepresidente del parlamento.
“Es vital para la legitimidad del premio de la Paz del Nobel que sea completamente independiente del gobierno y el parlamento. Me sorprende que el partido del Progreso esté lista para romper esta tradición “.
El líder del Partido Laborista, Jonas Gahr Støre, dijo que los miembros del comité no podrían tener vínculos formales con el gobierno. “Como miembro adjunto, se puede convocar a Hagen para sentarse en el parlamento hasta 2021”, dijo. “El partido delProgreso tiene el derecho de nombrar a un miembro, pero definitivamente debe encontrar otro candidato”.
En privado, sin embargo, muchos se escandalizan porque un político con las opiniones de Hagen podría encontrarse en el comité del premio de la paz. “Sus opiniones no son consistentes con los valores que promueve el premio y que gran parte de Noruega quiere proyectarse”, dijo un político, que pidió no ser identificado. “Es así de simple.”
Con información de The Guardian
