En menos de tres semanas jurará como presidente de la sexta democracia más grande del mundo. Primero, sin embargo, Andrés Manuel López Obrador tiene un avión presidencial que vender.
“No es solo un avión eficiente y moderno, es un avión cómodo, con un dormitorio, un restaurante, con mucho espacio”, dijo el líder entrante de México sobre el Boeing 787-8 Dreamliner, para el cual busca un comprador.
Vender el jet presidencial de México fue parte de un paquete de promesas populistas que López Obrador, o Amlo, como es bien conocido, hicieron antes de su aplastante victoria electoral en julio.
En línea con su promesa de gobernar con frugalidad y moderación, el izquierdista de 64 años ha prometido viajar en vuelos comerciales en lugar de un avión de lujo por el que dijo que México había pagado hasta 8,000 millones de pesos y un costo de 500 millones de pesos por un año de mantenimiento.
El viernes, AMLO, que prestará juramento el 1 de diciembre, emitió un llamamiento global a potenciales compradores en “todos los rincones del mundo”.
“Me gustaría aprovechar este momento para enviar un mensaje … a cualquier persona que quiera comprar el avión presidencial”, dijo a los reporteros fuera de su sede de la Ciudad de México.
“Si quieres comprarlo, lo entregaré personalmente. Tendremos una ceremonia y usted viajará en un avión muy importante. No se trata solo del precio … ¡se trata de la fama! ”
Las otras propuestas de AMLO incluyen abrir al público el palacio presidencial de Los Pinos, recortar su propio sueldo y el de otros altos funcionarios del gobierno, deshacerse de los guardaespaldas presidenciales y celebrar conferencias diarias de prensa a las 7 a.m. “Es la cuarta transformación del país. Vamos a comenzar este gobierno con cambios muy profundos”, dijo en la conferencia de prensa del viernes.
AMLO dijo que los ingresos de la subasta del Boeing presidencial, comisionados en 2012 por el ex presidente Felipe Calderón, se utilizarían “para beneficiar a nuestra gente” y afirmaron que el ganador se iría con una ganga. “No es solo una cosa vieja”.
Con información de The Guardian
