El conductor de un autobús escolar fue arrestado en Milán después de que supuestamente secuestró el vehículo con 51 niños a bordo y lo incendió.
Uno de los niños llamó a la policía después de que el conductor detuvo el autobús en una autopista en las afueras de la ciudad, informaron medios italianos.
Después de que llegó la policía, el sospechoso supuestamente empapó el vehículo con un líquido inflamable y, según se informa, gritó: “Nadie sale de aquí vivo”.
El autobús, que viajaba desde la ciudad de Cremona en Lombardía, se incendió, pero la policía logró sacar a todos los pasajeros. Doce niños y dos adultos fueron trasladados al hospital por inhalación de humo.
El sospechoso, un hombre de 47 años de Senegal, está acusado de incendio y secuestro. No está claro cuál fue el motivo del presunto ataque, pero según los informes, le dijo a la policía que quería suicidarse y “detener las muertes en el Mediterráneo”.
La agencia de noticias Ansa informó que algunas de las manos de los niños habían sido atadas con cables eléctricos durante un calvario que duró unos 40 minutos.
Francesco Greco, fiscal de Milán, dijo: “Fue un milagro que sobrevivieran y tenemos que agradecerle a la policía por eso”.
Ansa informó que, antes de detener el autobús, el conductor intentó atravesar una barricada. La policía estaba llevando a cabo investigaciones en la casa del hombre. Según informes, tenía condenas anteriores por conducir con alcohol y por agresión sexual.
Matteo Salvini, vice primer ministro de extrema derecha de Italia, dijo: “En este momento la policía está registrando su casa. “Quiero saber por qué alguien con antecedentes similares conducía un autobús que llevaba niños”.
