Después de que Donald Trump emitiese una reprimenda feroz en Twitter a Bob Corker, el senador republicano retirado twitteó: “Es una lástima que la Casa Blanca se haya convertido en una guardería para adultos. Alguien obviamente se perdió su turno esta mañana.”
El intercambio entre el presidente y el ex congresista que presidía el Comité de Relaciones Exteriores del Senado fue el último episodio indigno de la extraña y tajante relación de Trump con el establishment republicano y partes de su propia administración.
A mediados del domingo por la mañana, Trump escribió: “El senador Bob Corker me rogó que lo apoyara para la reelección en Tennessee. Le dije ‘NO’ y se retiró (dijo que no podía ganar sin mi respaldo).”
“También quería ser secretario de Estado, dije ‘NO GRACIAS’. ¡Él también es en gran parte responsable del horrible acuerdo de Irán!”
“Por lo tanto, espero que Corker sea una voz negativa y obstaculice nuestra gran agenda. ¡No tenía valor para intentar!”
En una declaración, el jefe de personal de Corker, Todd Womack, contradecía directamente a Trump.
“El presidente llamó al senador Corker el lunes por la tarde y le pidió que reconsiderara su decisión de no buscar la reelección y reafirmó que lo habría apoyado, como ha dicho muchas veces”, dijo.
Corker fue considerado tanto para vicepresidente como secretario de estado y fue un aliado clave de Trump durante gran parte de la campaña de 2016. Desde entonces se ha convertido en un crítico vocal.
Es una voz importante y de apoyo en el acuerdo entre Irán y seis grandes naciones, incluyendo Estados Unidos, que restringe la búsqueda de armas nucleares por parte de Teherán. Se informó esta semana que Trump, en contra de los deseos de los asesores principales, no volverá a certificar el acuerdo. Eso lo pondría en manos del Congreso, que decidiría si reimponer sanciones, una medida que amenazaría la existencia del acuerdo.
Corker anunció su decisión de retirarse el mes pasado. “El servicio público más importante que tengo para ofrecer a nuestro país podría ocurrir durante los próximos 15 meses”, dijo, insinuando su oposición al presidente. “Quiero ser capaz de hacer eso de manera cuidadosa e independiente como lo hice los primeros 10 años y nueve meses de mi carrera en el Senado”.
Con información de The Guardian
