Consejos y claves para ser feliz en una relación poliamorosa

Las relaciones abiertas pueden generar confusión.

Para empezar, no son lo mismo que la poligamia (eso es cuando estás casado con más de una persona). Tampoco se tratan de mantener relaciones secretas mientras sales con una persona que cree que es tu única pareja (eso es simplemente ser infiel).

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Las relaciones abiertas y poliamorosas son una categoría extensa. Su expresión puede adoptar un rango de formas que se enfocan tanto en la intimidad física como en la emocional con parejas secundarias o terciarias, aunque algunas relaciones pueden inclinarse hacia lo estrictamente físico y asemejarse al intercambio de parejas de los setenta o el sexo grupal.

Para entender mejor las relaciones abiertas hablamos con varios expertos: Dan Savage, autor y activista de derechos de personas homosexuales que escribe una columna sobre sexo y relaciones llamada “Savage Love”; Elisabeth Sheff, quien a lo largo de dos décadas ha entrevistado a más de 130 personas sobre las relaciones y ha escrito tres libros sobre el tema, y Karley Sciortino, columnista de sexo y relaciones de Vogue y Vice y creadora del blog “Slutever”.

Resumimos sus ideas en siete puntos clave.

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Las relaciones abiertas no son para todos. Tampoco lo es la monogamia

Entre las personas que estudian o escriben sobre las relaciones interpersonales, hay un concepto conocido como sociosexualidad, el cual describe qué tan dispuestas están las personas a involucrarse en relaciones sexuales sin compromiso. La sociosexualidad se considera una orientación, como ser homosexual, heterosexual, bisexual o algo intermedio.

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Si estás en algún extremo de la escala sociosexual, podría ser difícil encontrar una pareja potencial del otro lado. “Al crecer, te dicen que encuentres personas con los mismos intereses y pasatiempos, pero jamás te dicen que encuentres a alguien que sea sexualmente compatible contigo”, dijo Sciortino. Recomienda averiguar desde el principio si la persona con la que sales es compatible en la escala.

Savage explicó que las personas que preferirían una relación abierta a veces evitan pedirlo mientras crece su compromiso emocional debido a que le temen al rechazo. Sin embargo, “si la monogamia no es algo que puedas hacer durante cinco o seis décadas, deberías estar ansioso de que te rechacen”, dijo. No expresar tus necesidades puede provocar problemas a lo largo del camino y provocar infidelidades.

Sin embargo, muchas personas no están en extremos opuestos de la escala. Savage, quien tiene un matrimonio no monógamo, dijo que cuando le habló de tener una relación abierta a su esposo por primera vez, este rechazó la idea. No obstante, varios años después, fue su esposo quien sugirió que lo intentaran.

“Si hubiera puesto que estoy interesado en las relaciones abiertas en mi anuncio personal, y mi esposo hubiera visto ese anuncio, no habría salido conmigo”, dijo Savage.

El poliamor no es una estrategia de escape

Las relaciones abiertas no son la manera de suavizar un golpe o hacer una transición y salir de una situación de compromiso. “Si son infieles primero y dicen: ‘Cariño, he encontrado a alguien más; hemos estado juntos durante seis meses’, es muy difícil navegar por esa situación exitosamente”, dijo la Dra. Sheff.

Hacer algo con otras personas antes de hablarlo traiciona la confianza de tu pareja. La confianza y la comunicación son cruciales en cualquier relación, sea monógama o no.

Tampoco es una opción para salvar una relación

“Si se trata de evitar una ruptura, jamás he visto que funcione”, dijo Sheff. “He visto cómo cojea el asunto durante algunos meses. Si es a causa del miedo de perder a la persona poliamorosa, entonces es un desastre latente. Es como una lesbiana que intenta ser feliz en una relación con un hombre”.

Fingir ser feliz con una situación mientras se sufre por dentro no le funciona a nadie.

Las reglas y situaciones pueden cambiar

“La no monogamia es un abanico de posibilidades”, dijo Savage. Mencionó que, a veces, la primera reacción que tiene una persona cuando se le propone abrir la relación es ansiedad. “Tendrán una respuesta de pánico y supondrán que tendrás 7000 parejas en un año y que nunca te verán”, dijo. Sin embargo, la no monogamia puede expresarse de muchísimas maneras: algunas parejas solo tienen sexo con otras personas; otros salen con personas y se enamoran de ellas. Unos más son abiertos acerca de ser abiertos, mientras que, otros mantienen socialmente su apertura “en el clóset”.

“Parece algo inagotable”, dijo Sciortino. “Pero en realidad hay muchas más reglas en las relaciones no monógamas que en las monógamas. Solo hay una regla en las relaciones monógamas”.

Para ella, poner a prueba sus límites y hablar de ellos la obligó a ser honesta consigo misma acerca de lo que prefiere y a aprender a comunicarse bien y de manera clara. “No creo que sea posible entender cuál es tu zona de confort hasta que lo intentes”, dijo.

Dar prioridad a la pareja primaria es clave

Un término familiar para las personas que practican la no monogamia es “la energía de la nueva relación”. Se trata de ese sentimiento de emoción que se experimenta cuando dos personas compatibles se están conociendo y quieren pasar cada minuto juntas.

El problema con la energía de las nuevas relaciones es que puede hacer que la pareja primaria se sienta olvidada. “Tu pareja a largo plazo puede sentirse herida si das por sentada tu relación”, dijo Sheff. “Ponte tu lencería especial, sorpréndelo, llévale flores”.

Para algunas personas, no es un gran problema que su pareja tenga sexo con alguien más, pero pueden sentirse menospreciados si se les descuida emocionalmente.

“Las personas quieren protegerse de la infidelidad emocional”, dijo Savage. Puso un ejemplo de cuando salía con su ahora esposo, quien compró un árbol de Navidad con un buen amigo. La situación hizo que Savage sintiera celos de una manera que no habría sucedido si su novio tuviera sexo con alguien más. “Ir a comprar un árbol de Navidad es algo que haces con tu novio”, dijo.

Así que ¿cuál es su consejo profesional? “Demuestra que tu pareja primaria es tu prioridad”. Por algo se le llama pareja primaria.

Otros miembros de las parejas también pueden entenderse

Sheff dijo que, en su experiencia, las relaciones no monógamas más exitosas son aquellas en las que las parejas de los amantes (quienes no están teniendo sexo entre sí) se llevan bien. Como ejemplo, habló de una pareja casada en la que la mujer estableció una relación con otro hombre cuando estaba embarazada de su segundo hijo.

“El novio y el esposo hacían todo tipo de cosas juntos”, dijo Sheff. Después de ocho años, la relación entre la mujer y el novio terminó, pero su esposo mantuvo su relación con el otro hombre.

“Almorzaban juntos cada dos sábados y el esposo llevaba a los niños”, dijo Sheff. “Funcionó porque el esposo no tenía una relación sexual con el novio”.

En esta situación poliamorosa, y otras en las que ha habido éxito, las partes que no están involucradas sexualmente funcionaron como el pegamento que mantuvo unido el grupo.

Sí, hay celos. Pero no son únicos a las relaciones abiertas

“Una mujer una vez me preguntó: ‘¿No te dan celos?’”, dijo Savage. “La vi y le dije: ‘¿Y a ti no?’. Los compromisos monógamos no son campos de fuerza que te protejan de los celos”.

Los celos son una emoción universal que trasciende los estados de sociosexualidad.

“Siempre digo que quiero hacer lo que se me antoje y quiero que mi pareja esté en una jaula cuando no estoy cerca”, dijo Sciortino. Y aunque ese tipo de escenario es posible, no es exactamente el que está buscando.

¿Entonces qué recomienda? “Ponte en sus zapatos”, dijo. “Si puedes tener sexo con alguien más y eso no afecta tu amor, sino que lo fortalece, debes permitirle la misma libertad a tu pareja”.

Sheff también sugirió revisar de cerca las causas subyacentes de los celos: ¿se trata de inseguridad? ¿Miedo? ¿Quizá incluso están justificados? “A veces los celos son una señal de que te están menospreciando”, dijo.

Los consejos para enfrentar los celos en una relación abierta son los mismos que en la mayoría de las otras relaciones: anota tus pensamientos, habla de ellos con tu pareja y consulta a un terapeuta.

Los tres expertos señalaron que eso puede ser el punto más importante que se debe entender: de muchas maneras, las relaciones abiertas no son tan diferentes de las monógamas. La mejor manera de sentirse cómodo depende de los individuos y su(s) pareja(s).