Doscientos residentes de Juchitán, Oaxaca, que perdieron sus hogares en el primero de los dos principales terremotos de septiembre de 2017, han informado que han sido estafados por constructores inescrupulosos, dijeron funcionarios locales.
A raíz de los terremotos del 7 y el 19 de septiembre que devastó partes del centro y sur de México, el gobierno federal otorgó 120,000 pesos a las personas cuyas viviendas sufrieron daños totales.
Las víctimas recibieron tarjetas bancarias con valor almacenado cargadas con 90,000 pesos para pagar la mano de obra y 30,000 pesos en efectivo para comprar materiales de construcción.
En Juchitán, el centro comercial de la región del Istmo de Tehuantepec donde las casas cayeron como dominó en el poderoso terremoto de magnitud 8.2, 200 personas que recibieron la ayuda del gobierno entregaron sus tarjetas y dinero a las constructoras que se comprometieron a construirlas pero fallaron para cumplir con sus promesas
En otras palabras, los “constructores” tomaron el dinero y corrieron, sin completar todo o parte del trabajo que prometieron.
Mientras tanto, sus víctimas siguen sin una vivienda adecuada justo antes del primer aniversario del trágico desastre.
La alcaldesa de Juchitán, Gloria Sánchez, le dijo al periódico Milenio que las autoridades municipales han recibido 200 quejas de residentes engañados.
“Lo que sucedió es que muchas personas que estaban durmiendo en la calle se desesperaron y en estas empresas vieron la oportunidad de tener un hogar rápidamente. Nunca imaginaron que estos hombres desaparecerían con su dinero. Lo cierto es que es un problema muy serio porque si se confirman las 200 denuncias, estamos hablando de un fraude de alrededor de 24 millones de pesos”, dijo.
Una de las víctimas del terremoto y el fraude es Juan Castillo, un hombre de 85 años cuya casa colapsó cuando ocurrió el terremoto justo antes de la medianoche del 7 de septiembre.
Desamparado y desesperado, Castillo entregó todo el dinero de la ayuda que recibió a Federico Irán Cabrera, director de la empresa constructora Hiram Habif, quien se comprometió a construirle una casa de una planta y dos habitaciones con baño y todos los acabados incluidos. Pero lo único que consiguió fue una casa hecha a medias y con un techo goteando.
“Nos ofreció todo, una casa decente y por eso le di mi tarjeta con los 90,000 pesos y 30,000 más en efectivo, pero esta mala persona solo tomó la tarjeta y el dinero y se fue, desapareció. He ido a buscarlo y llamo al número de teléfono que nos dio, pero nada. Parece que la tierra se lo tragó “, dijo Castillo.
“Trabajé en la construcción durante mucho tiempo, era un constructor pero una lesión me dejó torcido, por eso dejé ese trabajo. Antes de esta tragedia, dije: ‘¿por qué me estoy esforzando si ya tengo un hogar?’ Nunca imaginé que a la edad de 85 años tendría que empezar desde cero, o incluso peor, que estaría persiguiendo a un oportunista “, agregó.
Castillo dijo que teme que la casa a medio terminar también se derrumbe en otro fuerte terremoto y que viva en su lugar en un pequeño hogar de madera improvisado que su vecino le ayudó a construir.
“. . . Si bien no hay solución y no alcanzan a ese hombre, me quedaré aquí “, dijo.
Con información de Mexico News
