La cantidad de cocaína enviada hacia el norte por mar a través de aguas mexicanas casi se triplicó entre 2014 y 2017, según estimaciones de la Guardia Costera de los Estados Unidos.
En el año anterior, aproximadamente 945 toneladas de la droga salieron de Sudamérica en botes, muchos de los cuales están destinados a la costa mexicana para descargar su carga a las bandas de delincuentes que la trasladan hacia el lucrativo mercado de los Estados Unidos por tierra.
La Guardia Costera de los Estados Unidos estima que la cifra creció a 2,738 toneladas en 2017, un aumento del 190%.
Una cosecha excelente de la planta de coca en Colombia es un factor que se cree que está detrás del aumento en los intentos de contrabando, la mayoría de los cuales se realizan a través de una ruta muy transitada por el Océano Pacífico.
Las incautaciones de cocaína también aumentaron, especialmente en la costa del Pacífico del sur de México, donde las autoridades han interceptado varios botes rápidos durante el año pasado.
Entre enero de 2018 y febrero de 2019, la marina mexicana incautó 10,7 toneladas de cocaína, una cantidad que representa poco menos de dos tercios de la cantidad total de la droga confiscada en el mar durante los seis años de presidencia de Felipe Calderón, quien libró una guerra. contra los carteles de la droga de México en tierra.
Para detectar barcos de contrabando de drogas, la marina ha adoptado una estrategia de tres puntas que involucra el uso de sus propios barcos rápidos además de las fragatas y los aviones de vigilancia, incluidos los aviones y helicópteros King Air.
Las autoridades también reciben información de los países de América del Sur y América Central sobre la salida y ubicación de embarcaciones sospechosas, lo que les permite prepararse mejor para su llegada a aguas mexicanas.
En enero de 2018, un aviso de la marina guatemalteca ayudó a su homólogo mexicano a detectar un barco que transportaba más de 900 kilogramos de cocaína frente a la costa de Chiapas.
Los contrabandistas arrojaron las drogas por la borda cuando un avión de vigilancia se acercó y la armada recogió la carga.
Hubo al menos siete grandes incautaciones de cocaína en la costa de Guerrero el año pasado, incluida una de casi dos toneladas en la que un ciudadano ecuatoriano fue arrestado.
También hubo dos confiscaciones de una tonelada frente a la costa de Guerrero, otra de poco menos de una tonelada y otras tres que oscilaron entre 250 y 800 kilogramos.
Sin embargo, el mayor busto de cocaína en el mar 2018 fue la incautación en agosto de 2,2 toneladas de la droga en el Océano Pacífico a 278 kilómetros al suroeste de Puerto Escondido, Oaxaca. Cuatro mexicanos, tres colombianos y un canadiense que estaban a bordo del buque que transportaba drogas fueron detenidos.
En septiembre se recuperó algo más de media tonelada de cocaína de la costa de Chiapas después de que los contrabandistas arrojaron 17 paquetes de la droga por la borda, mientras que a principios de este mes se confiscó una cantidad similar de dos embarcaciones ubicadas cerca de Huatulco, Oaxaca.
Un miembro de la tripulación fue detenido durante la última incautación, pero los otros escaparon del arresto, al igual que los que lanzaron su carga en la costa de Chiapas.
Además de las incautaciones marítimas de cocaína, la marina mexicana también ha confiscado otras drogas en el mar.
La semana pasada, se incautaron nueve toneladas de marihuana, metanfetaminas y fentanilo en la costa de Sonora luego de que la cuarta fuerza regional naval detectó tres embarcaciones sospechosas, que tiene su base en la ciudad portuaria de Guaymas.
