Una explosión impactó a un convoy que transportaba al primer ministro palestino mientras realizaba una rara visita a Gaza, en lo que la Autoridad Palestina calificó como un intento de asesinato.
La explosión ocurrió poco después de que los vehículos ingresaran al enclave costero a través del cruce de Erez con Israel. Tres autos tenían sus ventanas rotas, y uno tenía sangre visible en la puerta. Según testigos, siete personas resultaron levemente heridas.
Rami Hamdallah resultó ileso y, unos minutos después del aparente ataque con una bomba al costado del camino, fue visto en televisión en vivo en la inauguración de un proyecto de planta de tratamiento de aguas residuales largamente esperado en el norte de la franja. El jefe de la inteligencia palestina, Majid Faraj, era parte del convoy pero también salió ileso.
No hubo un reclamo inmediato de responsabilidad, pero la Autoridad Palestina dijo que responsabilizaba a Hamás, que tomó el control de la Franja de Gaza en 2007, sugiriendo que no había proporcionado la seguridad adecuada.
“La presidencia palestina responsabiliza a Hamas por la cobarde persecución del convoy del primer ministro en Gaza”, informó la agencia oficial palestina de noticias, Wafa.
Sin embargo, no llegó a acusar directamente al grupo de llevar a cabo el asalto. Militantes opuestos a Hamas también operan en el área y el grupo describió el ataque como un “crimen”.
Un video publicado en al-Jazeera mostraba una gran columna de humo gris mientras que las fotos mostraban un cráter al lado de la carretera.
El Ministerio del Interior dirigido por Hamas de Gaza dijo que los servicios de seguridad habían comenzado una investigación.
Dijo que el ataque no descarrilará la visita de Hamdallah, que se produce meses después de que Hamas y el grupo Fatah con sede en Cisjordania, que controla la Autoridad Palestina, acordaron una reconciliación.
Hamas dijo que la explosión fue un intento de “perjudicar los esfuerzos para lograr la unidad y la reconciliación”.
Con información de The Guardian
