TIJUANA, Baja California.- Renunciaron a sus empleos porque no soportaron las palabras y actitudes violentas y poco profesionales con las que se conducía el coordinador de la Unidad Móvil de Atención del Instituto de la Mujer del Estado en Tijuana. Estas dos ex empleadas —que prefirieron el anonimato— denunciaron a Primer Sistema de Noticias el acoso laboral del que fueron víctimas durante su estancia en la institución.
“Yo pertenecía hasta el día miércoles de la semana pasada a un programa que se llama Programa de Apoyo a Instancias de Mujeres de las Entidades Federativas (PAIMEF), que el Instituto de la Mujer realiza cada año, el cual viene de un recurso federal. Yo me encontraba en la unidad de atención psicológica de prevención llamada […] en Tijuana junto con mi compañera que era trabajadora social y la abogada. Esta situación es con el coordinador de las unidades de atención y se empezó a presentar el año pasado de junio a diciembre, situaciones de violencia como hostigamiento laboral en la que él nos llamaba por teléfono, acudía a los módulos alzándonos la voz con lenguaje inapropiado, de hecho hasta de índole sexual en la que se refería a nosotros en el aspecto íntimo sexual”, aseveró.
De acuerdo con la afectada, el coordinador de la Unidad Móvil de Atención, Manuel Garrick, le dijo en una ocasión que a ella le gustaba el miembro masculino, pero de una forma vulgar algo que aseguró no es propio de una persona que se supone trabaja en una institución que procura y defiende a las mujeres.
“Nosotros expusimos todas esta situaciones de violencia de este coordinador con nuestros superiores pero realmente no tuvimos respuesta hacia esta situación. Esto fue creciendo más y más, se fue agravando, al grado de que empezó a controlar y manipular los recursos del instituto, al grado que nos negaba el uso del vehículo para las intervenciones de trabajo social. Él actualmente sostiene una relación con una abogada del mismo programa en la cual el utiliza los recursos de Inmujer para ir por ella a su casa, incluso los fines de semana”, expuso.
Otra de las afectadas afirmó que esta situación la denunciaron directamente con la directora del Instituto de la Mujer del Estado, Karla Pedrín. Sin embargo, esta hizo caso omiso a la petición de destitución del señalado.
“Al encontrarnos con la maestra el miércoles nos damos cuenta que no recibimos apoyo. Ella literal nos dice: “Voy a mandar a Manuel a terapias”. Le hicimos ver los focos rojos de que es un agresor y ella lo dejó pasar por alto y solamente lo mandó a terapia y continúa en el lugar de trabajo y a nosotros no se nos llamó”, afirmó.
La mujer aseguró que es preocupante que en una institución como esta se encuentra laborando un hombre con actitudes misóginas. Dijo que esto puede provocar que las usuarias desconfíen de la institución.
“No son palabras de un profesional y menos de un servidor público. Y esto no lo digo yo, lo saben todos los compañeros. Simplemente no todos tenemos el valor de venir a estas instancias. Entonces, yo sí le hago un llamado a la gobernadora para que voltee a ver quién realmente está dirigiendo”, puntualizó.
Con información de Carolina Vázquez.
