TIJUANA, Baja California.- Copemsa, la controvertida empresa concesionaria de estacionómetros en Tijuana, ha dejado de colocar nuevas máquinas receptoras de cobros, y su contrato, avalado por un gobierno panista y rechazado por la mayoría de los ciudadanos, se tambalea en una revisión jurídica que efectúa la Secretaría de Gobierno a cargo de Carlos Murguía.
“Para no contaminar los trabajos propios del estudio de la verificación y todo lo relativo para esas concesiones que otorgó el ayuntamiento pasado, nosotros estamos revisando todavía la documentación al respecto”.
El pasado mes de abril, la compañía Compesa Tijuana fue la ganadora del proceso de licitación para obtener la concesión de los parquímetros en la ciudad por los próximos 15 años. De acuerdo con Murguía, estos estacionometros se han dejado de colocar.
“Hasta donde yo tengo entendido, no se está llevando a cabo mayor instalación de maquinas receptoras de recursos para estacionamiento”.
Por su parte el presidente de Tijuana, Arturo González Cruz, explicó que lo ideal es acotar el contrato que firmó la administración pasada, sin embargo, existen ciertas cláusulas que no les permiten finalizar la concesión.
“Nos preocupa la multa que puede tener el municipio de 30 millones de pesos, en caso de no llegar a una negociación buena para la ciudad de Tijuana, yo siento que, si lo vamos a lograr”, puntualizó el primer edil.
Extraoficialmente, ha trascendido que el XXIII Ayuntamiento no apoya a Copemsa en la colocación de inmovilizadores, lo que se ha traducido en menos personal de chaleco rosa en las calles, y por ende en una menor recaudación, entre otras causas, por el abusivo cobro de horas completas a una tarifa que rivaliza con la de muchos estacionamientos que ofrecen seguridad y vigilancia.
Con información de: Carolina Vázquez
