Corea del Norte está abierta a conversaciones directas con Estados Unidos sobre su punto muerto nuclear, según el ministro de relaciones exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien dijo que transmitió ese mensaje a su homólogo, Rex Tillerson, cuando los dos diplomáticos se reunieron en Viena el jueves.
No hubo respuesta inmediata por parte de Tillerson, pero la posición oficial del departamento de estado es que Corea del Norte tendría que mostrarse seria respecto a renunciar a su arsenal nuclear como parte de un acuerdo integral antes de que pudiera comenzar un diálogo.
Lavrov transmitió la aparente oferta el día en que un alto funcionario de la ONU, Jeffrey Feltman, se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong-ho, en Pyongyang, durante la primera visita de alto nivel de la ONU al país durante seis años. Feltman es un estadounidense y ex diplomático de Estados Unidos, pero el departamento de Estado enfatizó que no estaba en Corea del Norte con ningún mensaje de Washington.
“Sabemos que Corea del Norte quiere sobre todo hablar con Estados Unidos sobre garantías para su seguridad. Estamos listos para apoyar eso, estamos listos para participar en la facilitación de tales negociaciones “, dijo Lavrov en una conferencia internacional en Viena, según la agencia de noticias Interfax. “Nuestros colegas estadounidenses, [incluido] Rex Tillerson, han escuchado esto”.
Los movimientos diplomáticos se producen en medio de una creciente sensación de urgencia por encontrar una forma de desactivar las tensiones sobre las cada vez más ambiciosas pruebas nucleares y de misiles de Corea del Norte. El enfrentamiento alcanzó un nuevo pico el 29 de noviembre, cuando Corea del Norte probó un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM), el Hwasong-15, capaz de llegar a Washington, Nueva York y el resto de los Estados Unidos continentales. El lanzamiento del misil siguió a la prueba de lo que aparentemente fue una bomba de hidrógeno en septiembre.
Pyongyang ha dicho que los actuales ejercicios conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur que involucran cientos de aviones de guerra, junto con “comentarios belicosos” por parte de funcionarios estadounidenses, “han convertido en un hecho comprobado el comienzo de la guerra en la península de Corea”.
Con información de The Guardian
