Corrupción… de Alto Rendimiento

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Bruno Rodríguez Billerbeck es, de facto, el director de Alto Rendimiento de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), pero su cargo oficial es el de subdirector de Apoyos Educativos y Administrativos del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos y Alto Rendimiento (CNAR). Y al mismo tiempo ha gozado de una beca de 81 mil pesos como entrenador de tenis.

Simultáneamente, su madre, Hilde Marie Billerbeck, durante cuatro meses –junio a octubre de este año– ha disfrutado de una beca por 52 mil pesos como entrenadora de deportes de conjunto y raqueta, aunque oficialmente apenas el jueves 24 fue dada de baja del fideicomiso Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar), mejor conocido como CIMA.

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Estas irregularidades ponen al descubierto el desaseo con el que la administración de Alfredo Castillo usa los recursos públicos, la forma brusca en que los servidores públicos responsables del deporte nacional cambian de un puesto a otro y el hecho de que la asignación de becas no se apega a las Reglas de Operación del Fodepar, un fideicomiso que depende del Programa S206 Sistema Mexicano del Deporte de Alto Rendimiento, que otorga beneficios únicamente a atletas ranqueados entre los primeros 16 del mundo.

El pasado jueves 17 Proceso publicó que el extenista Bruno Rodríguez sustituyó en la Dirección de Alto Rendimiento a la abogada Anna Lilia Ramírez, una amiga de Castillo que tras haber estado en Michoacán llegó a la dependencia en enero de este año, y que Hilde Marie Billerbeck Heyn ingresó como becaria de Fodepar el 1 de junio pasado.

Pero al tratar de localizarla como entrenadora de deportes de conjunto y raqueta –tal como aparece en el documento mediante el cual se solicitó su ingreso como becaria– ninguna persona de las consultadas en la Dirección de Alto Rendimiento, en la Subdirección de Calidad para el Deporte y en el CNAR la conoce. Tampoco en la Coordinación de Comunicación Social supieron quién es ni dónde localizarla.

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En respuesta a la nota publicada, la Conade envió un comunicado para aclarar que Rodríguez Billerbeck no ha asumido la titularidad de la Dirección de Alto Rendimiento, “ya que por disposición oficial no se pueden hacer altas ni cambios hasta el siguiente año, y aún se está valorando la propuesta de que dicha encomienda la tome a partir del 1 de enero de 2017.

“Actualmente, el servidor público mencionado se desempeña como Subdirector de Apoyos Educativos y Administrativos del CNAR. Con el fin de no incurrir en ninguna irregularidad, la Subdirección de Calidad para el Deporte dictaminó la baja como entrenadora de la licenciada Hilde Marie Billerbeck Heyn desde el 31 de octubre de 2016, por lo que desde esa fecha ha dejado de prestar sus servicios para los que fue contratada. El dictamen señalado será presentado en la próxima reunión del Comité Técnico del Fodepar.”

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La aclaración confirma que mientras Bruno Rodríguez ya fungía como servidor público, su madre era becaria. Pero además, como publicó este semanario en agosto pasado, al mismo tiempo que este funcionario se desempeñaba como subdirector de Apoyos Educativos y Administrativos, también cobraba una beca de 81 mil pesos como entrenador de deportes de conjunto y raqueta, pues fue dado de alta en Fodepar el 1 de enero de 2016 (Proceso 2078).

Lo extraño es que aunque su nombre, cargo, correo electrónico institucional y extensión telefónica aparecen en el directorio del CNAR, en el Portal de Obligaciones de Transparencia (POT), Bruno Rodríguez no es el subdirector de Apoyos Educativos y Administrativos.

Ese cargo lo ocupa Gustavo Adolfo Montiel Mondragón. Si se busca a Rodríguez en el POT, simplemente no está en el directorio de funcionarios, cuya última fecha de actualización es el pasado miércoles 16, es decir, hace dos semanas. Montiel aparece como subdirector de Cultura Física.

El subdirector de Calidad para el Deporte de la Conade, Valentín Yanes, aclara en entrevista que Bruno Rodríguez Billerbeck ya trabaja como director de Alto Rendimiento, pero está a prueba, y quizá en enero reciba el nombramiento oficial.

En tanto, dice, “no está cobrando (como director de Alto Rendimiento), pero operando sí. Está aprendiendo. No firma nada, sólo yo. Y todo (lo que hace) lo tiene que consultar conmigo”. Yanes destaca que, con el cambio de puesto, Rodríguez sacrificará ingresos, pues si es nombrado percibirá un salario menor.

Pero esta información tampoco es correcta. En el POT aparece que el subdirector de Apoyos Educativos y Administrativos devenga un salario de 20 mil 94 pesos netos y que el monto de percepciones netas del director de Alto Rendimiento es de 36 mil 713 pesos.
Es absurdo que Rodríguez Billerbeck renuncie a su beca de 81 mil pesos, pero Yanes señala que lo hace

“por amor al deporte”. Como supuesto entrenador, el funcionario presuntamente atiende a tres tenistas: Kevin Carpenter (retirado), Mauricio Astorga (ranking mil 123 del mundo) y Alberto Rojas (mil 435 del mundo). No hay evidencias de que haya desempeñado ese trabajo.

Dedazo y cuatismo

En el caso de Hilde Marie Billerbeck, de 58 años, Valentín Yanes precisa que él no la contrató –pues en junio él no fungía como titular de Calidad para el Deporte, sino Manuel Portilla– y aunque su propuesta de contratación, firmada por Anna Lilia Ramírez, indica que es entrenadora de deportes de conjunto y raqueta, de lo único que ella sabe es de tenis. Lo jugó y entrenó a su hijo Bruno.

Yanes asevera que la mujer cuenta con las credenciales para desempeñar el cargo “porque trabajó con tenistas de gran nivel, como su hijo”, pero desconoce los nombres de los otros atletas a quienes entrenó antes de ingresar a Fodepar para justificar su contratación.

Yanes termina por reconocer que Hilde Billerbeck tiene una escuela de tenis en la que trabaja de tiempo completo, una de las razones por las cuales se determinó darla de baja como beneficiaria de Fodepar.

“Yo solicité la baja. Lo hablamos con Bruno porque es algo de lo que nos percatamos todos (el conflicto de interés madre e hijo), pero no es que sólo se le dé de baja porque Bruno pudiera ser el director de Alto Rendimiento, sino porque ella ya no aportaba más. Cumplió con una tarea que se le asignó rumbo a Juegos Olímpicos respecto de elaborar el programa de los deportes de raqueta rumbo a los Juegos Centroamericanos. Eso terminó y no vemos la necesidad de que continué”, señala.

Luego, acepta que Hilde Billerbeck no sabe nada de deportes de conjunto ni tampoco de squash, bádminton o raquetbol, y que no fungió como entrenadora, sino como metodóloga, aunque no cuenta con la preparación académica para ello.

Autoridades sin autoridad

Valentín Yanes explica que la raíz de este problema es que desapareció el fideicomiso Fonade (que becaba a atletas en formación), razón por la cual en Fodepar ahora hay más de 270 atletas, aunque no estén entre los primeros 16 del mundo.

Pero lo peor, alega, es que los atletas se toman la atribución de elegir a los integrantes de los equipos multidisciplinarios y proponen los nombres de entrenadores, preparadores físicos o cualquier otro especialista sin que necesariamente elijan de forma adecuada. La Conade, bajo presión, se ve obligada a aceptar.

“Nos piden cosas que no queremos darles, pero la presión es insostenible. Estamos trabajando en arreglar eso. Está muy arraigado desde que Noé Hernández ganó plata (Sídney 2000) y puso a su novia de entrenadora. Jamás volvió a ganar nada. Si nos oponíamos al subcampeón olímpico hubiéramos volado todos. Hay varios casos. Los medallistas olímpicos y paralímpicos son una voz pública de peso. A Paola Espinosa no le podemos imponer un entrenador porque no lo va a aceptar y puede decir que no tuvo resultados porque no le dimos el entrenador que quería. Nosotros no estamos aquí para complacer atletas, pero lo hemos hecho.”

–También han complacido a los amigos que becan a la mamá de Bruno, a Julio Everardo (amigo de Gustavo Ayón) y hasta a una psicóloga de pareja que supuestamente atiende clavadistas y nadie la conoce…
–No, no. No ha sido así. No es por amigos. Podemos cometer errores y podemos subsanarlos. En eso estamos.