Costa Rica ha lanzado un plan económico para “descarbonizar” el país para 2050, ya que la nación centroamericana pretende mostrar a otras naciones lo que es posible abordar el cambio climático.
El ministro de medio ambiente, Carlos Manuel Rodríguez, dijo que si se logra el plan, sus nietos en 2035 tendrán la misma huella de carbono que sus abuelos en la década de 1940, y para 2050 sus nietos no tendrán ninguna.
“No solo vamos a reducir esa huella, sino que vamos a traer muchos beneficios con ella”, dijo Rodríguez.
Pero Jairo Quirós, un investigador de energía eléctrica de la Universidad de Costa Rica, advirtió que el plan sería un desafío y que “debería verse con cierta precaución”.
Bajo la hoja de ruta lanzada el domingo, Costa Rica para el año 2050 lograría “cero emisiones netas”, lo que significa que no produciría más emisiones de las que puede compensar a través de cosas como el mantenimiento y la expansión de sus extensos bosques.
Dichos recortes de emisiones son clave para mantener los aumentos de la temperatura global por debajo de 2C (3.6F), el objetivo del Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático.
El plan de Costa Rica apunta a permitir que el país continúe creciendo económicamente mientras reduce los gases de efecto invernadero. La economía del país creció un 3% el año pasado, según datos del Banco Mundial.
Christiana Figueres, la ex jefa de clima de la ONU en Costa Rica, dijo que la meta era “sin precedentes” en la política internacional.
Solo el gobierno de las pequeñas Islas Marshall también ha presentado un plan detallado para lograr ese objetivo, pero “todavía no tienen todo el plan articulado sector por sector”, dijo Figueres a la Fundación Thomson Reuters.
El presidente Carlos Alvarado señaló que si bien Costa Rica representa solo una pequeña parte de las emisiones climáticas del mundo, el plan podría ser un modelo para otras naciones.
“Podemos ser ese ejemplo: tenemos que inspirar a la gente”, dijo en el lanzamiento del plan.
