Resulta que los instrumentos de hielo tienen un sonido muy bueno y muy único, uno que Tim Linhart, un escultor de hielo estadounidense convertido en fabricante de instrumentos, describe como que tiene la “pureza y claridad del reino celestial”.
“Hay mucho potencial en el hielo como material acústico”, dice Linhart en un minidoc de YouTube de Great Big Story. Linhart ha aprendido, a través de ensayo y error, cómo esculpir una orquesta completa con nada más que agua helada, que incluye violín, viola, violonchelo, contrabajo, mandolina, guitarra, banjo, xilófono, batería y marimba.
“Decidí [para] una de mis esculturas que me gustaría construir un violín gigante”, explica Linhart. “Y tenía un amigo que estaba construyendo guitarras y me preguntó: ‘Sí, me pregunto cómo va a sonar esa'”.
“Y esa pregunta se ha tragado gran parte del resto de mi vida”, dijo Linhart.
Linhart, que también talla salas de conciertos en hielo, un cruce entre un iglú gigante y un anfiteatro diminuto, fundó Ice Music, un grupo de conciertos de hielo en gira con sede en Suecia e Italia.
Una muestra de su música en SoundCloud presenta una interpretación del Minor Swing de Django Reinhardt, en la que la diferencia de sonido entre los instrumentos de hielo y madera se puede escuchar perfectamente.
Linhart es sin duda un pionero, habiendo construido 19 orquestas de hielo y 11 salas de conciertos de iglú. Pero no está solo en esta forma de música más extrema.
En 2000, el primer concierto de música sobre hielo del mundo tuvo lugar bajo una cascada helada en Lillehammer, Noruega. El compositor y director, Terje Isungset, sigue siendo uno de los principales productores de música de hielo del mundo.
Después de haber realizado cientos de conciertos en todo el mundo, Isungset actuó en la cena de gala del Premio Nobel de 2017, que contó con la reconocida vocalista tradicional sueca Lena Willemark, y que comenzó con una explosión de 10 segundos de un cuerno de hielo tallado.
“Cuando comencé a tocar sobre hielo transparente, encontré su sonido puro sorprendentemente cálido y suave en comparación con el sonido del hielo triturado bajo tus pies, que es un sonido muy frío”, dijo Isungset a National Geographic.
Insungset también inició el Festival de Música de Hielo anual, que se celebra todos los años en Noruega para aquellos que estén dispuestos a soportar las gélidas temperaturas necesarias para garantizar que los instrumentos mantengan su forma durante todo el concierto.
Problemas como manos calientes y labios que calientan los instrumentos significan que la sección de cuerdas altera gradualmente su tono durante todo el concierto, pero un ambiente más frío puede ayudar a prevenir estos problemas materiales.
Sin embargo, presentan otros desafíos, ya que los dedos normalmente ágiles de los músicos disminuyen debido al frío adormecedor y los labios de los músicos de trompeta se adhieren a sus instrumentos como los niños en un cuento de Navidad.
Si bien la pandemia ha impedido que se produzcan conciertos sobre hielo recientemente, el Festival de Música de Hielo está en camino de regresar en 2022, y después de que Milán fuera premiada con los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026, Linhart inmediatamente comenzó a redactar propuestas para un concierto de hielo como parte de la ceremonia de apertura.
Con información de Good News Network
