Cuarto año, un presidente derrotado

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El presidente Enrique Peña Nieto no tiene muchos motivos para festejar. Al cumplirse cuatro años de que asumió el cargo ofreciendo “Mover a México”, hoy enfrenta la desaprobación ciudadana y múltiples señalamientos internos y externos a los resultados de su gobierno.

En el antiguo régimen priista solía decirse que el cuarto año de gobierno era el de mayor fuerza de un presidente, pues había desterrado a la clase política de su antecesor, consiguiendo apoyo en el Congreso y las gubernaturas, sin campañas sucesorias anticipadas, ya consolidado en su ejercicio personal de gobernar.

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En el caso de Peña Nieto, el cuarto año es la materialización de su fracaso en todos los frentes, desde hace meses hay campañas inclusive dentro de su partido de cara a las elecciones de 2018, y no hay perspectiva de que algo pueda mejorar.

Se trata del presidente que más ha erogado en publicidad desde que ese gasto es transparente, pero el que más desaprobación tiene entre la población.

La organización civil Fundar, Centro de Análisis e Investigación, integrante de la iniciativa Publicidad Oficial, que integra a otras instancias, ha concluido que cuando menos, en los primeros tres años de gobierno, ese gasto asciende a 24 mil millones de pesos.

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Paulina Castaño Acosta, investigadora de Fundar, considera que la cifra de gasto publicitario en realidad supera en mucho lo que se ha transparentado.

El domingo 20, El Universal publicó la encuesta que realiza con la agencia Buendía y Laredo. Los resultados muestran que Peña Nieto sigue con aprobación baja, la más baja del sexenio y también la más baja respecto a los periodos de Vicente Fox y Felipe Calderón.

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De acuerdo con dicho estudio, sólo 25% de la población aprueba el trabajo presidencial y 66% lo desaprueba. Inclusive entre priistas el desacuerdo con su gobierno es de 52%; esto significa que, por primera vez en su administración, en las filas de su partido no tiene respaldo mayoritario.

Los ejes del rezago

El 1 de diciembre de 2012, cuando Peña Nieto asumió la Presidencia, comprometió numerosas acciones, a partir de lo que denominó cinco grandes ejes de gobierno. Se trataba de las políticas de seguridad, desarrollo social, gobernabilidad, economía y desempeño en el exterior. El cumplimiento de ese plan se supeditó en buena medida al arreglo entre las tres fuerzas políticas de mayor representación electoral que adoptó por nombre Pacto por México.

Por ejemplo, el primer eje de gobierno, lograr un México en Paz, es catastrófico. Hasta ahora prácticamente no hay organismo internacional que apruebe la situación de los derechos humanos en México y, el jueves 24, hasta el representante en México de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Antonio Luigi Mazzitelli, consideró que debe plantearse el retiro de las Fuerzas Armadas de las tareas de seguridad pública.

A la insuperada desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa se suma, entre otras, la matanza de civiles en Nochixtlán, Oaxaca, el 19 de junio. Esos episodios de violencia, notorios por la participación de agentes del Estado que permanecen impunes, son evidencia de la precariedad de la política de seguridad que en el entorno internacional se está señalando.
Hasta julio pasado la información oficial arrojaba 78 mil 100 asesinatos violentos (Proceso 2079). La cifra es notable dentro y fuera del país.

El Índice de Paz Global es un indicador que mide el nivel de paz y la ausencia de violencia de un país o región. Lo elaboran y publican el Institute for Economics and Peace junto a varios expertos de institutos para la paz y think tanks y el Centre for Peace and Conflict Studies, de la Universidad de Sídney, con datos procesados por la Unidad de Inteligencia del semanario británico The Economist. El estudio incluye variables internas, como violencia y criminalidad; y externas, como gasto militar y las guerras en las que participa el país. México se ubica en el lugar 140 de 162 países.

Un segundo eje de gobierno fue el denominado “México Incluyente”, mediante el cual Peña Nieto propuso erradicar la pobreza. El resultado: México es uno de los tres países, junto con Guatemala y Venezuela, donde más ha crecido la pobreza, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que en marzo pasado detalló que la pobreza en México avanzó de 51.6% de la población del país en 2012 a 53.2% en 2014.

Peña Nieto promovió un mejoramiento de la educación con su eje “México con Educación de Calidad” y, para cumplir ese planteamiento, apuntaló la reforma educativa: Sin embargo, la educación no mejora y, por el contrario, está en retroceso.

Otro eje de gobierno fue “México Próspero”, que se basaba en la política económica. Si bien en ese caso hay factores externos, lo cierto es que su objetivo tiene también causas internas que ni siquiera con las reformas energética, hacendaria, financiera y de telecomunicaciones se pudo alcanzar; el compromiso de Peña Nieto era un crecimiento de 5% y hasta 6% anual.

Peña fue quien prometió “Mover a México” con las reformas estructurales en materia económica que promovieron infructuosamente sus antecesores, pero al conseguirlas, la economía mexicana decayó.

Los hechos son que el mejor indicador de crecimiento fue el de 2015, cuando se registró 2.5%. Para 2016 la perspectiva del Banco de México es que se alcance entre 1.7% y 2.3%. Por lo pronto, las calificadoras internacionales Standard & Poors y Fitch Ratings actualizaron en días pasados su pronóstico de crecimiento para el país a 1.9% para 2017.

El quinto eje fue “México, Actor con Responsabilidad Global”, que implicaba un relanzamiento de la política exterior. Los resultados en esta materia han sido también de dudosa efectividad.
Peña Nieto es el presidente que más ha viajado al extranjero durante su período. Lleva 57 giras internacionales y una cantidad superior de países visitados.

Sin embargo, la proyección internacional ha sido desastrosa, como ocurrió con su gira por Alemania y Dinamarca a principios de este año, pues en ambos países, con el lenguaje de la diplomacia internacional, se le restregó la precariedad de los derechos humanos en el país.