Los cubanos han ratificado de manera abrumadora una nueva constitución que reafirma que el socialismo en la isla es “irrevocable” al mismo tiempo que legaliza las reformas económicas modestas instituidas en la última década.
Pero en un despliegue sin precedentes de disidencia en las urnas en la isla gobernada por los comunistas, más de 700,000 personas votaron “no” al nuevo documento fundador.
El 86.85% de los que votaron respondió “sí” a la pregunta “¿Ratifica usted la nueva constitución de la República?”. El 9% de los votantes se opuso a la ratificación y el 4.15% quedó en blanco o quedó en blanco. La participación fue del 84,4%.
El estado había hecho una campaña dura antes de la votación, emitiendo un “sí” como un acto de patriotismo y un voto por la Revolución. La televisión, la radio, los carteles, las vallas publicitarias y las enormes pancartas desplegadas en los edificios públicos instaban a la población a salir y votar. Incluso los tableros eléctricos de los autobuses que se desplazan a lo largo de las principales avenidas de La Habana dicen “Voto Sí”
Pero el estado se encontró con un desafío sorprendentemente fuerte de una campaña no oficial contra la nueva constitución.
Las iglesias evangélicas preocupadas porque la nueva constitución crearía un camino hacia el matrimonio gay colgaron pancartas que decían “matrimonio: hombre + mujer” en las paredes de la iglesia, mientras que activistas religiosos pintaron carteles en postes de lámparas, un desafío directo al monopolio estatal en el espacio público.
Aunque los pastores no pidieron explícitamente un voto de “no”, los analistas dicen que la campaña de la iglesia movilizó a sectores no religiosos y socialmente conservadores de la población para votar en contra de la nueva constitución.
Y mientras que los medios estatales no le dieron a la voz crítica ni el tiempo de comunicación a las voces críticas, los hashtags #YoVotoNo fueron una tendencia en Facebook.
Mientras que los ciudadanos mayores dijeron que votaron para apoyar al gobierno, una generación más joven de cubanos, particularmente aquellos que viven en las ciudades, son más audaces.
Con información de The Guardian
