Secreción que aparece en la pubertad y continúa a lo largo de la vida de la mujer, el flujo vaginal cumple un rol muy importante ya que se encarga de limpiar, lubricar y durante la ovulación, ayuda a los espermatozoides a llegar hasta el útero y fecundar el óvulo.
Las secreciones varían de una mujer a otra y hay casos en los que pueden ser ocasionadas por infecciones, precisó la doctora María Guadalupe Cerritos Martínez coordinadora del área de Ginecología y Obstetricia del Hospital General de Zona (HGZ) IV número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al puntualizar que puede ser ligero o abundante y en algunas ocasiones manifiestan otros problemas de salud.
Detalló que el aumento en la cantidad de flujo, cambio en el color –amarillento o verdoso-, olor –fuerte o maloliente-, dolor en el bajo vientre y durante el acto sexual; así como irritación, comezón, ardor alrededor de la vagina o sangrado (sin razón aparente), en la mayoría de los casos son indicativos de algún problema más grave.
Por ello, Cerritos Martínez dijo que es fundamental estar atenta a los cambios repentinos, ya que podrían ser signo de una patología, por lo que recomendó acudir al médico para una revisión exhaustiva y la realización del Papanicolaou con el fin de prevenir consecuencias.
Advirtió que para evitar contagiarse o propagar enfermedades es importante el uso de condones, si la persona es diabética debe mantener su nivel de azúcar en la sangre bajo control –ya que esto también es causa de flujo-. Cuando la infección es resultado de una enfermedad de transmisión sexual, la pareja debe recibir tratamiento, ya que de no hacerlo el problema continúa y podría ocasionar un problema grave como la infertilidad.
Como medidas preventivas, la especialista del IMSS recomendó que al ir al baño, la mujer se limpie de adelante hacia atrás, utilizar ropa interior de algodón, evitar los pantalones ajustados, pantimedias, trajes de baño, usar aerosoles de higiene, papel higiénico perfumado o de color y baños de burbujas.
