Agrivoltaics es un campo de estudio que está floreciendo con conocimiento: cómo combinar la cosecha de la agricultura con la energía solar de una manera que aumente el rendimiento de ambos.
Es emocionante para los investigadores, los agricultores y las empresas solares, por igual, el hecho de que cuando se plantan cultivos con paneles solares, las plantas crecen mejor y necesitan menos riego, mientras que los paneles producen más electricidad.
En Boulder, Colorado, visite Jack’s Solar Garden y probablemente verá a un hombre conduciendo un tractor debajo de filas de paneles solares, con gente atendiendo, cosechando o sembrando en los surcos cercanos. Jack’s representa una docena de proyectos de este tipo en los EE. UU., Algunos comerciales y otros solo para investigación.
El hombre del tractor es Byron Kominek. Tras una carrera tanto en el Cuerpo de Paz como en USAID, Kominek es ahora uno de los agricultores más innovadores del país. Su granja de 24 acres que solía cosechar solo alfalfa y heno estuvo en su familia durante 50 años, después de que la comprara su abuelo Jack, el homónimo del próspero “jardín solar”.
Después de hacerse cargo de la granja, se dio cuenta de que estaba perdiendo dinero y que al condado no le entusiasmaba la idea de la energía solar.
“Dijeron, ‘la tierra es para la agricultura, así que ve a cultivarla'”, dijo Kominek a NPR. “Dije, bueno, no estábamos ganando dinero, todos ustedes quieren ser 100% renovables en algún momento, así que ¿qué tal si trabajamos juntos y solucionamos esto?”
Junto con la ciudad y el condado de Boulder, obtuvo permiso para construir una granja solar agrivoltaica en su histórica tierra de cultivo.
Se dirigió a una empresa experta en paneles solares, Namaste Solar, para planificar y erigir 3200 paneles sobre uno de sus principales potreros. Incluso después de haber construido todo tipo de matrices antes, sería la primera vez que Namaste montara uno muy por encima de los cultivos en hileras.
Solar Power World informa que Namaste seleccionó rastreadores sofisticados para seguir el sol a través del cielo y los montó de acuerdo con alturas y espaciamientos medidos estratégicamente para permitir que suficiente sol llegue a los cultivos de abajo. Por cada fila montada a 8 pies del suelo, proporcionando suficiente espacio para conducir un tractor debajo, se montaron dos a 6 pies.
Ahora que terminó, la electricidad que genera la granja de Kominek es suficiente para alimentar a 300 hogares privados, 50 de los cuales son ahora sus clientes de energía, incluidos la ciudad y el condado. Debajo hay tomates, nabos, zanahorias, calabazas, remolachas, lechugas, col rizada, acelgas y pimientos.
Este éxito no fue obvio y requirió un gran acto de fe para cosechar las recompensas.
“Tuvimos que poner nuestra granja como garantía y el panel solar como garantía para el banco”, dijo. “Si esto no funciona, perdemos la granja”.
Con información de Good News Network
