Donald Trump y Vladimir Putin celebrarán su primera cumbre oficial en Helsinki el 16 de julio, anunciaron el Kremlin y la Casa Blanca, programando un encuentro que seguramente generará una nueva controversia para la Casa Blanca.
La óptica de la reunión es probable que sea tan importante para los líderes como sus resultados. Moscú está interesado en demostrar que no está aislado en el escenario mundial, mientras que Trump ha ignorado las críticas en su país para trazar un rumbo hacia relaciones más estrechas con Putin.
“Lo he dicho desde el primer día, llevarme bien con Rusia y con China y con todos es algo muy bueno”, dijo Trump, y agregó que Siria, Ucrania y “muchos otros temas” se debatirán en la cumbre. “Es bueno para el mundo, es bueno para nosotros, es bueno para todos”.
Sin embargo, a los aliados de EE. UU. Les preocupa que una muestra de calidez con Putin en Helsinki, especialmente si sigue a una cumbre combativa de la OTAN en Bruselas cinco días antes, podría socavar la confianza en la fuerza de la alianza transatlántica. Esos temores se profundizaron a principios de este mes en Quebec, cuando Trump criticó a otros líderes en una cumbre del G7 que “la OTAN es tan mala como Nafta”, comparando la alianza con el tratado de libre comercio de América del Norte que denigra constantemente a expensas de los EE.UU. .
Una reunión amistosa entre Trump y Putin también podría ensombrecer la visita del presidente de Estados Unidos al Reino Unido entre las cumbres de la OTAN y Helsinki, especialmente si su encuentro con Theresa May es tan helado como los intercambios recientes entre los líderes estadounidenses y británicos.
Antes del anuncio del jueves, Trump envió un tweet a primera hora de la mañana cuestionando la conclusión de las agencias de inteligencia estadounidenses de que Rusia estaba involucrada en la piratería de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata durante las elecciones.
Es probable que el control de armas y otras cuestiones de seguridad se encuentren entre los principales temas de debate, aunque ambas partes ya han minimizado el potencial de la reunión para obtener resultados concretos.
