Inundaciones repentinas en las afueras de Atenas mataron al menos a 14 personas, hirieron a docenas más y causaron “daños bíblicos” cuando las carreteras se convirtieron en torrentes de barro y escombros.
“Los automóviles están atascados en el barro en las colinas donde llueve mucho, las casas se han inundado y hay personas desaparecidas”, dijo Nikos Toskas, ministro de orden público y protección ciudadana. “El número de muertos puede aumentar. Se pronostica que el mal clima continuará hasta el fin de semana “.
Toskas, que recorrió varias de las áreas afectadas el miércoles, describió escenas de catástrofe. Una sección de la carretera entre Atenas y Corinto se había derrumbado, las empresas se habían inundado y las líneas eléctricas habían disminuido a medida que las inundaciones golpeaban. “Han afectado a una región muy grande en algunas de las partes más pobres de Atenas”, dijo Toskas.
La inundación siguió a fuertes lluvias durante la noche. Cuando las carreteras se convirtieron en ríos de lodo, los carros fueron llevados y arrojados a las pilas, y las paredes de los astilleros y los edificios pequeños se derrumbaron. Inundados con escombros y escombros, algunas calles se volvieron intransitables.
Doce de las personas asesinadas, cuatro mujeres y ocho hombres, fueron encontradas en Mandra, una pequeña ciudad en las afueras occidentales de Atenas, la más afectada por la inundación. Los cuerpos de dos hombres más fueron recuperados del mar. Se pensaba que probablemente ambos habían sido arrastrados a la bahía de Eleusina, a 11 millas del centro de la ciudad de Atenas.
El ERT del canal de televisión estatal informó que todas las víctimas tenían entre 45 y 70 años. Entre los muertos se encontraron un cazador y un camionero en la cabina de su vehículo.
Con información de The Guardian
