No decir la verdad es lo mismo que mentir

Si la investigación de Mexicanos Unidos contra la Corrupción puso al descubierto la Estafa Maestra mediante la cual 11 dependencias han desviado al menos 3.4 mil millones de pesos destinado principalmente al combate de la pobreza, ahora se destapa otra cloaca: los millonarios recursos con que ex presidentes como Felipe Calderón y Vicente Fox, entre otros, son refaccionados para que sigan operando sus proyectos políticos, como el de Margarita Zavala y su campaña.

Trampas, simulaciones, mañas y mentiras. Esos son los adjetivos que pintan de cuerpo entero la estructura con que el gobierno federal mantiene no solo a los ex presidentes con un decreto que se mantiene en secreto, como si los mexicanos no tuviésemos derecho a saber en que se gastan nuestros impuestos. Las cifras revelan que mensualmente todos los mexicanos pagamos más de 5 milones de pesos para el sostenimiento de sueldos y gastos de las oficinas de algunos  ex presidentes -sobre todo estos que no se conformaron con 6 años de mandato-, entre sus pensiones vitalicias y sueldos de directivos, auxiliares, secretarias, choferes, escoltas, militares y gracias a una reforma formulada por Calderón, gastos médicos mayores hasta para sus tíos, cuñados, sobrinos, hermanos, padres y suegros.

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Documentos de la Secretaría de Hacienda, del Instituto Nacional de Transparencia y del Presupuesto de Egresos de la Federación revelan que Calderón miente cuando dice que dona su pensión pues oculta que recibe apoyos como su seguro de gastos médicos mayores y una plantilla de personal que consta de un director general, 2 directores de área, 4 subdirectores, 4 jefes de departamento y otros.
Agreguemos personal militar como 1 general de División, 4 tenientes coronel, 8 oficiales y 32 cabos, una estructura que se repite con elementos del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Los gobiernos federales disfrazan como análisis, prestación de servicios, asesorías, fundaciones y otros eufemismos, el aparato de decenas de asistentes y auxiliares a disposición de los ex presidentes y de muchos funcionarios que de esta forma, siguen gozando de privilegios que en ningún país desarrollado se otorga a quienes condujeron sus destinos. Lejos de darle prestigio a México, estas prácticas nos hacen ver como un país subdesarrollado donde con artimañas y operaciones del mejor estilo del lavado de dinero de cualquier cartel del narcotráfico, se escamotean recursos para las mayorías.

Así, la brecha entre pobres y ricos es llama avivada desde la Presidencia de la República como si fuera motivo de orgullo, con el apoyo de fundaciones y “organizaciones sin fines de lucro” que han sido convertida por los ex presidentes y por ex gobernadores y otros políticos en la coartada para seguir viviendo a expensas del presupuesto.

De entre las tinieblas burocráticas surgen nombres como el de Tomislav Lendo Fuentes Fuentes, autor de los discursos de Felipe Calderón y quien percibe un sueldo de 195 mil pesos de la Presidencia de la República donde desde hace 5 años no trabaja, pero donde sigue cobrando aunque sirve al ex mandatario como director de la Fundación Desarrollo Humano Sustentable.

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A lo largo de casi dos sexenios, el ex Director de Discurso de Calderón ha percibido casi 20 millones de pesos entre sueldo, vacaciones y otras prestaciones reservadas exclusivamente para la casta dorada del Poder, pero con apenas un puñado de propiedades, el de Lendo Fuentes Fuentes apesta más a uno de esos casos en que un funcionario recibe un jugoso sueldo del cual le queda una buena parte, pero en que el mayor porcentaje de los dineros se queda en manos de sus jefes para destinarlo a otros fines. A financiar una pre campaña presidencial, por ejemplo, de Margarita.

Como él -que percibe un sueldo equiparable al de un presidente-, otros 25 burócratas que no le aportan ningún beneficio a nuestro país, están a las órdenes de cada ex presidente como Fox, Zedillo, Salinas y Calderón, al igual que unos 80 militares por cada uno de ellos, que sirven como valet parking o mandaderos, pero menos como los hombres entrenados que son, para el bien de la Patria.

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No hay evidencia más clara de la complicidad de los gobiernos de Calderón Hinojosa y Peña Nieto que la abultada nómina que éste le paga a aquel. Esto refrenda nuestra hipótesis de que panistas y priistas se echarán lodo ante las cámaras de televisión durante el día pero de noche, se van a la cama a oscuritas.

Calderón Hinojosa se lava las manos diciendo que dona su pensión a la fundación contra el cáncer Aquí Nadie se Rinde, que sospechosamente tiene su sede en la misma calle donde el ex presidente vive y habría que escarbar para encontrar las ligas entre esta fundación creada en 2005, poco antes de su llegada a la presidencia, y su proyecto político transexenal.

Sumemos que el gobierno de Peña Nieto se ha negado a revelar el decreto que avala la pensión vitalicia a ex presidentes y sus viudas, entre 12 millones de expedientes, y nos encontraremos con un aparato federal que mueve millonarios recursos en la penumbra, bajo las sombras, como si se tratara de un cartel del crimen organizado.

¿Cuántos Tomislav Lendo hay en la administración pública, zánganos mantenidos por el gobierno federal cuyo trabajo no le abona al bienestar del pueblo que les paga sueldos de reyes, sino que ponen sus esfuerzos al servicio de camarillas partidistas, principalmente del PAN, del PRI y del PRD o del Partido Verde para seguir gozando una vida de jeques a costillas de un pueblo muy lastimado y que se entienda que no decir la verdad es lo mismo que mentir.