La Corte Suprema no permitirá que la administración de Trump comience a imponer una prohibición del asilo para los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre los Estados Unidos y México, un componente clave de las políticas destinadas a hacer más difícil que los inmigrantes ingresen y se queden en los Estados Unidos.
El nuevo juez Brett Kavanaugh y otros tres conservadores en el panel de nueve miembros se unieron a la administración. Pero la orden de la corte, emitida el viernes, dejó en vigencia las sentencias de los tribunales inferiores que bloquearon la proclamación de Donald Trump en noviembre, negando automáticamente el asilo a las personas que ingresan al país desde México sin pasar por los pasos fronterizos oficiales.
Trump dijo que estaba actuando en respuesta a las caravanas de migrantes que se dirigían a la frontera. La administración se quejó de que la orden nacional que impedía que la política entrara en vigor era demasiado amplia.
Pero el presidente del tribunal, John Roberts, y los otros cuatro jueces liberales de la corte rechazaron la sugerencia del gobierno de limitarla.
El juez de distrito de los EE. UU. Con sede en San Francisco, Jon Tigar, bloqueó la política el 19 de noviembre. El tribunal de apelaciones del 9no. Circuito de los EE. UU. Con sede en San Francisco rechazó la solicitud de la administración de levantar la orden de Tigar.
Trump criticó a Tigar, lo que provocó una reprimenda extraordinaria por parte de Roberts, quien defendió la independencia del poder judicial federal y escribió en una respuesta pública a Trump: “No tenemos jueces de Obama ni jueces de Trump, jueces de Bush ni jueces de Clinton”.
La administración ha buscado formas de impedir que miles de hombres, mujeres y niños centroamericanos que viajan en caravanas para escapar de la violencia y la pobreza en sus países de origen ingresen a los EE. UU., Con Trump llamando a la gente de las caravanas una amenaza para la seguridad nacional.
La proclamación de Trump declaró que la migración masiva en la frontera había precipitado una crisis y que estaba actuando para proteger el interés nacional. Su política fue diseñada para alterar las leyes de asilo estadounidenses que han dado a las personas que huyen de la persecución y la violencia en sus países de origen la capacidad de buscar refugio en los Estados Unidos.
