Demanda, por “imputaciones falsas”, no por la “extraordinaria investigación”, responde Vargas a Aristegui

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Joaquín Vargas Guajardo, presidente de Grupo MVS, respondió a la periodista Carmen Aristegui al asegurar que la demanda que interpuso en su contra por daño moral se debe a las “falsedades y diversos calificativos” que dañaron su “honor y prestigio” y no por la “extraordinaria investigación periodística” sobre la llamada “Casa Blanca”.

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En una carta-réplica publicada este lunes en la sección “Opinión” del diario Reforma, el empresario se refiere al artículo que el pasado viernes 22 publicó la periodista en el mismo medio de comunicación.

En el texto, ella reiteró que su salida de MVS Radio –el noticiero más escuchado a nivel nacional— fue por la difusión que su equipo de investigación hizo sobre la “Casa Blanca” del presidente Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera.

La periodista aseguró que “un empresario de los medios de comunicación” participó en “la maquinaria para expulsar a todo un equipo de periodistas al aire”.

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Al respecto, Vargas Guajardo denunció que la exconductora “ha repetido esta falsa tesis en foros internacionales y en el prólogo del libro La casa blanca de Peña Nieto”.

Recordó que el 4 de septiembre de 2015, Aristegui publicó en Reforma el artículo La Casa Blanca de EPN con “la misma acusación” y que el director de Noticias MVS “replicó con firmeza y argumentos contundentes. En aquella ocasión la periodista prefirió quedarse callada y no contraargumentar”.

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El presidente de Grupo MVS reiteró el argumento que dio desde que se desató la polémica por la salida de Aristegui del noticiero en marzo de 2015: que la relación entre MVS y ella “no acabó por intrigas ni ‘maquinaciones’”, sino porque ella “abusó de la confianza depositada en ella cuando comprometió a MVS en alianza con terceros, sin tan siquiera, consultarlo con la administración de la empresa. Éste es el motivo del rompimiento y no el contenido de sus investigaciones”.

De acuerdo con la versión del empresario, “suerte semejante hubiera seguido cualquier ejecutivo, periodista o conductor de la empresa que cometiese acto similar”. Luego aclaró que la demanda mercantil que promovió su empresa en abril de 2015 se refiere “a ese abuso de confianza”.

De inmediato, Vargas Guajardo se asumió como víctima:

“La Señora Aristegui ha imputado a mi persona falsedades y diversos calificativos dañando mi honor y prestigio. Como sin lo anterior fuese poco, al conductora ha llegado al extremo de alimentar con mentiras su fantasiosa tesis sobre las razones que motivaron su salida, es por esas mentiras que procedí hace dos meses a presentar la demanda por daño moral de la que hoy se duele”.

Según el agraviado hubo quienes le aconsejaron “calla” y dejar pasar” las acusaciones de Aristegui. No obstante, afirmó:

“Sé que tengo la razón y digo la verdad, por ello promoví la demanda que en su parte esencial invita a la conductora a probar sus afirmaciones o a retractarse públicamente. Si a ella lo que le preocupa es el dinero, a mí lo que me preocupa es mi prestigio. Estoy consciente de que la buena fama es uno de los pocos bienes que puedo llevarme a la tumba”.

A propósito de la Editorial Grijalbo (Penguin Random Hoise), –sello bajo el que se publicó el libro sobre la investigación en cuestión– en su réplica Joaquín Vargas precisó que solicitó al Poder Judicial que, en caso de que la sentencia de la demanda le fuera favorable, “las próximas ediciones del libro se publiquen sin el prólogo injurioso a mi persona”.

Y aclaró: “El resto del contenido del libro no es motivo de mi demanda, sino producto de una extraordinaria investigación periodística”.

La publicación de los textos en cuestión se derivó del pasado 18 de julio, cuando el presidente Peña Nieto pidió “perdón” por el tema de la “Casa Blanca”. Dos días después

A los tres días, en un video difundido por el portal Aristegui Noticias, la periodista mexicana denunció que, por un lado el mandatario federal pide perdón y por el otro, denunció la existencia de demandas en su contra y de que “medio de la vía judicial” se buscaba “mutilar” el libro, un “resarcimiento económico” indeterminado, y la “prohibición” de hablar sobre el mismo en radio, televisión y conferencias.

“Se demanda a quien lo escribió, y a la editorial que se atrevió a publicarlo”, expresó la periodista.