Claudia Languré denunció que su hijo sufrió abusos, golpes y hasta amenazas directas al ingresar al centro de rehabilitación.
TIJUANA, Baja California.- Por medio de Primer Sistema de Noticias, la ciudadana Claudia Languré, denunció los abusos psicológicos y físicos que sufrió su hijo Christian mientras estaba internado en el centro de rehabilitación contra adicciones “el quinto sol” por uso de marihuana y cristal, sin embargo, más que ayudarlos a salir de su complicada situación, fue llevado a un lugar fuera de la ley, ya que no estaba afiliado a la Comisión Nacional Contra las Adicciones (CONADIC).
Claudia señaló que al momento de visitar a su hijo después de 3 meses de estar internado, puesto que no le permitieron verlo antes de ese plazo, este le externó sus deseos de querer salir de ahí, no como manera de chantaje, sino, para continuar con su tratamiento en otro lugar, mostrando una actitud nerviosa, cosa que la mantuvo alerta.
Después de retirarse recibió una llamada al poco tiempo, donde le indicaba que su hijo había roto una ventana, a lo que acudió directamente a visitarlo y ver el estado de salud, sin embargo, Christian le reiteró su deseo por querer salir de ahí.
Mientras pasaban estos hechos desafortunados, Claudia buscaba sacar a Christian del centro de rehabilitación, por lo que inició con los trámites correspondientes para hacerlo, pero, la administración le comentó de forma déspota que tenían que pagar una cantidad para poder cambiarlo, por lo que empezó a conseguir dinero para hacerlo, hecho que terminó por realizarse después de muchísima resistencia, y fue ahí cuando la ciudadana descubrió la realidad de este lugar, ya que al momento de hacerle una revisión al ingresado descubrieron moretones ocasionados por golpes en la parte de la espalda, y una infección seguida de un sangrado constante en la herida que dejó el golpe a la ventana, hecho que la molestó de gran manera y procedió a abrir una carpeta de investigación en la Fiscalía General del Estado y así conseguir justicia por su hijo.
Claudia fue directamente al centro de rehabilitación a reclamar los actos que habían cometido, los cuales fueron negados por todos los miembros del lugar y que se basan en agresiones físicas y psicológicas, llegando a dejarlo parado por horas con la herida en carne viva, y con la amenaza de que si se movía lo iban a golpear entre los 3 cuidadores para que aprendiera su lección.
“Lo mojaron, le pegaron, el cuidador lo pateó con sus botas de casquillo en sus partes íntimas, lo voltearon a la pared y lo estuvieron golpeando, a lo que él me dice, estuvo 3 días parado volteado a la pared de 5 de la mañana a 10 de la noche y que si se movía, lo iban a volver a golpear”
Languré señaló sentir impotencia y tristeza después de enterarse de toda la violencia que fue víctima su hijo, por lo que recomienda a las familias que tienen hijos internados en este lugar u otros, nunca permitir que les nieguen la visita para convivir con ellos al menos un rato y que investiguen el lugar donde los están ingresando.
“Yo sé que no es para que estuviera como si fueran vacaciones, pero imagínate que se me hubiese muerto ahí, me hubiera sentido peor, me siento impotente, tengo mucho coraje, y para las familias, sepan donde los meten, investiguen bien y que no permitan que les digan que no pueden verlos”.
Con información de Alan Ramírez
