Departamento de Justicia se enfrenta a distrito por una mezquita no permitida

WASHINGTON _ Durante casi 10 meses, una congregación musulmana en Bensalem, Pensilvania, un suburbio de Filadelfia, rogó a funcionarios locales que permitieran la construcción de una mezquita, pagando costosos estudios de tráfico, explicando repetidamente las prácticas islámicas, revisando y volviendo revisar los planos del diseño, y luego recibiendo la palabra final: No.

Luego, en julio, intervino el Departamento de Justicia, acusando al consejo de audiencias de zonificación del Distrito de Bensalem de haber violado las leyes federales de uso de suelo religioso al rechazar la solicitud de la congregación después de que había concedido exenciones de zonificación a otros proyectos de construcción religiosos.

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“Solo estábamos pidiendo nuestra mezquita, y solo queríamos ser tratados como todos los demás”, dijo Imtiaz Chaudhry, un físico y miembro de la congregación Bensalem Masjid.

Conforme la retórica y la discriminación contra el islamismo aumenta en este año de elección presidencial, el Departamento de Justicia está surgiendo como un bastión para los musulmanes estadounidenses acosados. Vanita Gupta, quien encabeza la división de derechos civiles del departamento, dijo que el terrorismo en el extranjero y en el país había llevado a “un repunte en los incidentes relacionados con el odio contra la comunidad musulmana”, un aumento no visto desde el periodo posterior a los ataques del 11 de septiembre de 2001.

“Tenemos que ser realmente vigilantes aquí en el Departamento de Justicia porque lo hemos visto suceder antes”, dijo.

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Los esfuerzos del Departamento de Justicia en una serie de casos como la demanda de Bensalem destacan en contraste con el ambiente político en el cual opera la agencia. El candidato presidencial republicano, Donald Trump, denuncia repetidamente al “islamismo radical”, ha declarado que no permitiría que inmigrantes musulmanes entraran al país y se enfrentó durante días a una familia musulmana cuyo hijo murió en combate mientras prestaba servicio en el Ejército.

Los enfrentamientos a gritos en torno al islamismo son habituales afuera de los eventos de Trump.

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Contra esa ola, el poder ejecutivo ha tratado de hacer al país más hospitalario con los musulmanes. El Departamento de Justicia ha intervenido en casos de uso de suelo como el de Bensalem, discriminación religiosa en el lugar de trabajo y en la escuela, y casos de crímenes de odio, y ha desplegado a líderes comunitarios para educar a la gente sobre el islamismo.

Sin duda, el departamento ha dado seguimiento a casos de discriminación religiosa que involucran a musulmanes desde los ataques del 11 de septiembre. Pero en los últimos nueve meses, después de los ataques terroristas en Niza, Francia; París; San Bernardino, California; Bruselas, y Orlando, Florida, la tensión ha crecido, dicen funcionarios, y los esfuerzos del Departamento de Justicia han aumentado.

Para el Departamento de Justicia, el caso de Bensalem destacó. En el pasado, el consejo de audiencias de zonificación del distrito intervino positivamente en desacuerdos para una iglesia ortodoxa india, dos templos hindúes y varias escuelas privadas basadas en la fe, entre otras instituciones religiosas.

Sin embargo, cuando la congregación Bensalem Masjid solicitó el mismo tipo de autorización, no la obtuvo. La solicitud de la congregación fue rechazada oficialmente porque los miembros del consejo de audiencias de zonificación dijeron que pensaban que la mezquita debería pedir que el terreno fuera oficialmente rezonificado;un proceso largo y difícil que no se pidió a otros grupos que realizaran. De paso, los miembros del consejo insistieron en estudios de tráfico y demandaron más sitios de estacionamiento en los planos de la congregación. La queja oficial contra el distrito denuncia que esos motivos de preocupación representaban discriminación velada.

“Los analizaron mucho más rigurosamente”, dijo Roman Storzer, un abogado que representa a Bensalem Masjid. “Luego fueron rechazados, y rechazados en una forma en que todas las otras casas de oración habían sido aprobadas”.

Los miembros del consejo de audiencias de zonificación dijeron que rechazaron la solicitud porque la congregación no había cumplido los requisitos legales para calificar para el mandato de zonificación.

“Para nosotros como consejo, hay cinco requisitos que la ley dice que el solicitante necesita aprobar”, dijo Albert Champion, un miembro del consejo, en una reunión donde la solicitud fue rechazada, según las transcripciones. “No creo que hayan probado, según la ley,” que han satisfecho los requisitos.

Las acusaciones de que la discriminación religiosa está siendo disfrazada de una común toma de decisiones regulatoria han aumentado en los últimos meses. Varias mezquitas en el norte de Virginia han reportado rechazos similares a planes para construir mezquitas.

En las discusiones de mesa redonda del Departamento de Justicia, cristianos, judíos y miembros de otras religiones expresaron preocupación de que la discriminación antimusulmana pudiera conducir a una renovada discriminación contra otras religiones, dijo Gupta.

“Cuando hay un ataque contra un grupo, pueden unirse”, dijo Gupta. “Un ataque contra una religión es un ataque contra todos nosotros”.

En realidad, el Departamento de Justicia investigó las violaciones de uso de suelo religioso que tuvieron como blanco a iglesias cristianas, sinagogas judías, templos budistas, mezquitas musulmanas y templos hindúes desde 2010. En 84 por ciento de las investigaciones no musulmanas abiertas por el departamento, los gobiernos locales aceptaron soluciones fuera de los tribunales. Pero, en los casos que involucraron a una mezquita o escuela islámica, solo 20 por ciento se resolvió sin que el departamento presentara una demanda.

La incapacidad para construir una casa de oración impide a Bensalem Masjid practicar libremente el islamismo, dijo Chaudhry, el miembro de la congregación. Muchos congregantes oran en un salón de bomberos rentado la mayoría de los viernes, pero el edificio carece de muchas de las características de una mezquita que hacen que la oración sea sagrada para los musulmanes. No da hacia La Meca. Carece de un domo y un minarete, los cuales tienen simbolismo religioso especial, y los fieles no tienen una forma fácil de lavarse las manos, los pies y la cabeza antes de orar, como lo demanda el Corán.

“Si alguien entra en una iglesia o sinagoga o una mezquita que está construida adecuadamente, se tiene la verdadera experiencia espiritual de simplemente estar ahí”, dijo Chaudhry, quien ha vivido en Bensalem durante más de 25 años. “No se tiene esa misma experiencia solo por estar en una habitación donde las cosas han sido retiradas para que la gente pueda realizar su oración”.

Chaudhry dijo que la congregación musulmana del distrito estaba defendiendo su derecho a la oración.

“Tener una mezquita ahí es el equivalente a Rosa Parks sentada en el frente del autobús”, dijo, “y quieren mandarnos a la parte posterior”.

Katie Shepherd
© 2016 New York Times News Service