El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo en un importante discurso diseñado para poner la lucha contra el terrorismo en el centro de la agenda de la ONU. El mundo enfrenta una amenaza terrorista sin precedentes que encuentra su mejor caldo de cultivo en los países que reprimen los derechos humanos.
Hablando en el Reino Unido en la Soas University of London, Guterres argumentó que la defensa de los derechos humanos y el estado de derecho era la forma más segura de prevenir “un círculo vicioso de inestabilidad y resentimiento”.
“Las sociedades basadas en el respeto a los derechos humanos y con oportunidades económicas para todos representan la alternativa más tangible y significativa a las estrategias de reclutamiento de los grupos terroristas”, dijo.
Sus comentarios del jueves serán vistos como un esfuerzo para refutar las críticas de aquellos como Donald Trump de que la ONU es irrelevante para los desafíos globales contemporáneos.
Es probable que su tono sea polémico con aquellos estados autoritarios de Medio Oriente que afirman que fueron las protestas pro-democracia de la Primavera Árabe las que desencadenaron la inestabilidad, la inseguridad y las fuerzas peligrosas. El discurso también decepcionará a algunos al no hacer ninguna referencia directa al papel del Islam extremista en la difusión de la intolerancia y la violencia.
Pero su intervención marca un intento de argumentar que una agenda actualizada de la ONU centrada en el desarrollo económico y los derechos individuales podría poner a la organización a la vanguardia en la lucha para prevenir la violencia de los Estados y actores no estatales, como los grupos terroristas.
Guterres advirtió que el terrorismo se había convertido en “una amenaza sin precedentes para la paz, la seguridad y el desarrollo internacionales”.
“Aunque el foco de atención tiende a centrarse en el terrorismo en el oeste, nunca debemos olvidar que la gran mayoría de los ataques terroristas se producen en los países en desarrollo”, dijo.
“En 2016, casi las tres cuartas partes de todas las muertes causadas por el terrorismo se produjeron en solo cinco estados: Iraq, Afganistán, Siria, Nigeria y Somalia, todos países con enormes necesidades humanitarias”.
Con información de The Guardian
