Los líderes de protesta han intensificado su campaña para obligar al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a salir de su cargo y detener una ola de represión con una huelga nacional de 24 horas diseñada para apretar las tuercas económicas del héroe revolucionario.
El líder estudiantil Valeska Valle dijo que el paro, que comenzó a la medianoche del miércoles y está dirigido por una “alianza civil” de críticos de Ortega que incluye estudiantes, líderes religiosos y empresarios, tenía como objetivo acelerar la “salida pacífica” del presidente y su esposa y vicepresidenta, la impopular Rosario Murillo.
“Esta huelga es sobre nuestro futuro y sabemos que la gente lo apoyará”, dijo Valle, de 22 años, quien se ha convertido en uno de los líderes estudiantiles más prominentes de Nicaragua desde que estallaron las protestas contra el gobierno el 18 de abril.
“Sabemos que el paro nacional no será decisivo para derrocar a este régimen”, agregó Valle. “Pero es una forma de ejercer presión” para poner fin a la “masacre” que ella acusó al gobierno “opresivo” de Ortega de perpetrar contra los manifestantes.
Activistas de derechos humanos dicen que al menos 148 personas han sido asesinadas desde que comenzaron los disturbios en abril, muchas de ellas asesinadas a tiros por las fuerzas de seguridad o enmascarados por miembros de oscuras bandas paramilitares.
El líder de Campesino Medardo Mairena dijo a los medios que la huelga podría ejercer más presión sobre Ortega: “La gente ya no lo quiere en el poder”.
A medida que la huelga tomaba lugar el jueves, las calles de la capital de Nicaragua, Managua, y otras ciudades estaban casi desiertas. Activistas de todo el país tuitearon imágenes de calles vacías.
Los disturbios actuales comenzaron como una protesta liderada por estudiantes contra las controvertidas reformas de las pensiones que Ortega luego eliminó. Pero desde entonces se ha expandido a una revuelta nacional contra el sandinista de 72 años.
Con información de The Guardian
