La policía catalana evacuó temporalmente la iglesia de la Sagrada Familia de Barcelona y las empresas cercanas el martes después de que una furgoneta aparcada cerca provocara un susto de bomba.
La policía local, Mossos d’Esquadra, informó que estaba examinando informes de un vehículo sospechoso en la zona como parte de una operación antiterrorista.
Pero pronto se confirmó que la alerta era una falsa alarma de la policía catalana y del gobierno local. No se realizaron arrestos, dijo la policía en Twitter.
El incidente ocurre menos de un mes después de que 16 personas fueron asesinadas en ataques terroristas en Barcelona y en la localidad costera de Cambrils.
La célula terrorista que infligió la carnicería estaba planeando un ataque mucho mayor, incluyendo el bombardeo de la Sagrada Família, dijo un sospechoso a un tribunal tras su detención.
Mohamed Houli Chemlal hizo la admisión después de ser llevado ante un juez de Madrid, informaron medios españoles, citando a funcionarios de la corte.
Houli, de 21 años, confirmó que el grupo había planeado ataques a gran escala antes de que una explosión explotara una casa en Alcanar, donde varios de ellos se habían quedado, matando a dos de los conspiradores.
Uno de los objetivos propuestos fue la Sagrada Familia, la iglesia a medio terminar diseñada por el arquitecto catalán Antoni Gaudí, uno de los edificios más queridos de Barcelona.
España ha mantenido su advertencia de seguridad antiterrorista un nivel por debajo del máximo desde mediados de 2015.
Con información de The Guardian
