Desaparecidos en Tijuana

Buscar a un familiar en Tijuana tiene tres destinos: encontrarlo, no volver a saber de él nunca más, o saber que está muerto. El caso más reciente es el del ex sacerdote Eusebio Ramírez Mojica a quien se le buscaba desde el pasado 26 de abril del presente año. El hallazgo se realizó a raíz de una denuncia que llevó a la autoridad al Poblado de Primo Tapia, en en municipio de Rosarito donde los restos de Ramírez Mojica fueron ubicados en una fosa clandestina ,el Padre fue visto por última vez el 26 de abril en el fraccionamiento Cuauhtémoc Calle Quintana Roo en Ensenada. Por su parte el arzobispo Rafael Romo Muñoz, aseguró que Ramírez Mojica era padre en retiro de su vocación desde hace aproximadamente 8 años y participaba como párroco en el municipio de Tecate en la iglesia San Judas Tadeo. Indicó que Eusebio Ramírez le había pedido al arzobispo ayuda y apoyo para continuar sirviendo pero no se lo podía dar al estilo que el Padre lo pedía. Rafael Romo enfatizó que se supo que este padre se había involucrado con una mujer y tenía una hija, por ello no podía regresar a la vida sacerdotal. Eusebio Ramírez Mojica se trasladó a Estados Unidos y no se supo más de él hasta este acontecimiento. Romo Muñoz señaló que el padre Eusebio cumplía en lo indispensable, era un sacerdote con mucha iniciativa pero después bajo su ritmo de trabajo. Este es un caso excepcional en que se tuvo conocimiento del paradero de la víctima, pero muchas de ellas nunca son localizadas. En situaciones en que el cuerpo de un connacional es localizado en Estados Unidos, la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de los consulados, efectúan trámites para la repatriación del cuerpo, que van desde el proceso de identificación hasta las visas humanitarias. Los cuerpos no se creman -salvo excepciones que incluyen enfermedades infecto contagiosas-, y son depositados durante 3 meses en las instalaciones del Servicio Médico Forense de esta ciudad. En el Semefo los cuerpos son almacenados y se toman sus datos: fotos, señas particulares y nombre si es que portaban alguna identificación. Al cabo de ese lapso son sepultados en la fosa común localizada en el panteón número 12, el más lejano de Tijuana y se elabora una ficha en que se consigna su ubicación con número de manzana y nivel. Tan solo en el lapso de noviembre de 2007 a abril de 2008 se inhumaron 93 cuerpos en la fosa común 84 de los cuales fueron de hombres y 9 de mujeres.