Investigadores de la Universidad de Duke han desarrollado una herramienta de inteligencia artificial que se puede instalar en los escusados normales para ayudar a estudiar las muestras de heces de un paciente y proporcionar información valiosa para los gastroenterólogos.
La nueva tecnología, que se presentará en Digestive Disease Week® (DDW), toma imágenes de muestras de heces dentro de los sistemas de tuberías después de que un paciente ha defecado y descargado el inodoro.
Ya sea con bultos, normal, suelto, estreñido o si hay sangre, la imagen se puede analizar y los datos se pueden usar para rastrear y manejar problemas crónicos de salud gastrointestinal, como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y el síndrome del intestino irritable (SII).
“Por lo general, los gastroenterólogos tienen que confiar en la información que el paciente reporta sobre sus heces para ayudar a determinar la causa de sus problemas de salud gastrointestinal, que pueden ser muy poco confiables”, dijo Deborah Fisher, MD, una de las autoras principales del estudio en un declaración. “Los pacientes a menudo no pueden recordar cómo se ven sus heces o con qué frecuencia tienen una evacuación intestinal, que es parte del proceso de monitoreo estándar. La tecnología Smart Toilet nos permitirá recopilar la información a largo plazo necesaria para hacer un diagnóstico oportuno de problemas gastrointestinales crónicos”.
Fisher y su equipo desarrollaron la herramienta de inodoro inteligente analizando 3 mil 328 imágenes de heces únicas que recopilaron de los participantes de la investigación y de las fuentes en línea. Todas las imágenes fueron anotadas primero por gastroenterólogos de acuerdo con una escala estándar reconocida utilizada en entornos clínicos para clasificar una muestra de heces de modo que todas las imágenes tuvieran una clasificación precisa.
Luego, los investigadores utilizaron un algoritmo de aprendizaje profundo que desarrollaron para escanear todas las imágenes de las heces y permitir que el sistema de inteligencia artificial clasificara cada una de las imágenes de las heces.
Descubrieron que la herramienta de red de aprendizaje automático era en realidad bastante precisa en su clasificación y podía clasificar correctamente una muestra de heces el 85,1 por ciento de las veces, lo que abre la posibilidad de que se use como una herramienta para monitorear la salud gastrointestinal.
“Somos optimistas sobre la voluntad del paciente de utilizar esta tecnología porque es algo que se puede instalar en las tuberías de su inodoro y no requiere que el paciente haga nada más que tirar de la cadena”, dijo Sonia Grego, investigadora principal del estudio y fundación director del Laboratorio de Inodoros Inteligentes de Duke. “Un brote de EII podría diagnosticarse usando el inodoro inteligente y la respuesta del paciente al tratamiento podría monitorearse con la tecnología. Esto podría ser especialmente útil para los pacientes que viven en centros de atención a largo plazo que no pueden informar sobre sus afecciones. y podría ayudar a mejorar el diagnóstico inicial de enfermedades agudas”.
Con información de IFL Science
