Cientos de desertores del Estado Islámico se han congregado en la provincia de Idlib, en Siria, y muchos planean cruzar la frontera turca cercana y encontrar caminos hacia el Medio Oriente, África del Norte y Europa.
Varias decenas de ex combatientes ya lo han hecho a través de la frontera pesadamente patrullada a las ciudades del sur de Turquía en las últimas semanas. Cuatro extremistas de Arabia Saudita llegaron a una comunidad sureña turca a principios de septiembre después de pagar a los contrabandistas 2,000 dólares cada uno por el peligroso viaje de los guardias fronterizos que han matado a decenas de infiltrados sólo en este.
El éxodo de los combatientes de las zonas controladas por EI a otras partes de Siria e Irak ha continuado durante todo el año pasado, mientras el grupo terrorista ha perdido gran parte de su antiguo corazón hasta un asalto concertado por tropas iraquíes, aliadas al régimen sirio y un coalición aérea liderada por Estados Unidos en ambos países.
Sin embargo, un gran número de militantes y sus familias están tratando de abandonar completamente los estados golpeados por la guerra, lo que plantea desafíos significativos a una comunidad global de inteligencia que, en su mayor parte, los considera una amenaza hostil e inmanejable y ve un margen limitado para su reintegración.
Un ciudadano saudí que huyó de Siria a finales de agosto dijo al Guardian que hasta 300 desertores del EI, muchos de ellos saudíes, habían establecido una comunidad al norte de la ciudad de Idlib, que ahora está dominada por Jabhat al-Nusra .
“La mayoría quiere irse, como yo”, dijo el joven de 26 años, que se llamaba Abu Saad. “Muchos desertores se dan cuenta de que el grupo con el que estaban los engañó. Otros no confían en Nusra. No hay muchos que crean que la gente con la que estaban estaban en el camino correcto. ”
Abu Saad dijo que los ciudadanos sauditas, así como algunos europeos, marroquíes y egipcios, se habían reunido como un amortiguador contra al-Nusra, que ha ejercido su influencia en Idlib y el campo circundante al derrocar a sus rivales. El EI no ha tenido una presencia organizada en la zona desde principios de 2014 cuando fue expulsada por un asalto rebelde que vio a sus miembros huir hacia el este a la ciudad de al-Bab en el interior de Alepo y más lejos en Minbij, Tabqa, Raqqah y Deir Azzour.
Con información de The Guardian
