Con el arribo de miles de migrantes haitianos y africanos, los indocumentados connacionales, deportados y centroamericanos se han visto desplazados ya que no hay espacio para ellos en los refugios y albergues y solo esperan una oportunidad para cruzar hacia Estados Unidos como relata a Primer Sistema de Noticias un joven procedente de Guatemala, José Rubén Aldino Carrasco, quien desde Tegucigalpa llegó a la frontera norte a bordo de La Bestia, el tren de carga que ha causado la muerte de miles de indocumentados.
José Rubén Aldino Carrasco, migrante guatemalteco explica que “no hay ni espacio para dormir aquí queremos cruzar lo más rápido posible pero hay mucha migración aquí para el otro lado, yo voy a Playas pero yo miro que también se puede ahogar uno,no me hallo estar aquí sin mi familia en México no puedo trabajar”.
Los coordinadores de albergues hacen un llamado a la ciudadanía para apoyar con aquellos elementos que permitan evitar que sus refugiados sufran con la lluvia y el frío.
«Cobijas, estamos necesitamos el apoyo de las lonas porque si se llega a venir otra vez la lluvia se van a mojar atrás se van a mojar, se nos mojó muchísimo las cobijas colchonetas, de hecho mucha gente que está enferma ahorita fue por la lluvia pasada» dice la coordinadora del Albergue juventud 2000.
Los albergues están saturados y algunos de ellos no tienen agua desde hace una semana, por lo que la crisis migratoria se agrava en esta frontera donde los alimentos ya comienzan a escasear y el frío invernal hace estragos entre la población.
Es el caso del Albergue Embajadores de Jesús donde se atiende a 400 migrantes y donde desde el pasado jueves 22 de diciembre no hay agua por una serie de obras que se están ejecutando en las inmediaciones.
“Ya tenemos desde el jueves sin agua, pensé que me iban a ayudar para meter agua y la estamos metiendo a pie con galones, lo hacen hombres, mujeres y niños para traer agua”dice el pastor Banda, quien pide a los gobiernos y funcionarios “que tengan piedad y misericordia y que sean humanos”.
Por su parte, el presidente del Comité Ciudadano de Defensa de los Naturalizados y Afroamericanos, Wilner Metelus, aseveró que los 28 albergues que han recibido a los haitianos y africanos en esta frontera, operan al tope y enfrentan diversas carencias no solo de servicios sino también de cobijas y alimentos.
Muchos de ellos, dice, han tenido que habilitar áreas como sus patios o azoteas para recibir a los extranjeros y cada día, dice, llegan 250 haitianos por lo que los refugios se encuentran saturados y sin capacidad para atender a los recién llegados.
El representante del comité de afroamericanos pidió a los organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas y al propio gobierno mexicano “no dejar solos a nuestros hermanos haitianos”.
El frío y la lluvia pueden propiciar epidemias graves en los albergues de extranjeros que reciben a haitianos y africanos por lo que el sector salud está acudiendo a dichos refugios a fin de evitar que estas enfermedades se propaguen.
Al respecto, Linda Romero, coordinadora del Albergue Juventud 2000, precisa que «los cambios de clima les hacen mucho daño a ellos porque no están acostumbrados a este clima tan frio de hecho muchos ellos traen doble chamarra y aunque traigan doble chamarra me vuelven a pedir otra chamarra porque les da muchísimo frio en la noche piden otra chamarra.
Junto con las enfermedades respiratorias, los males gastrointestinales también se registran entre la población extranjera, cuyas citas ante las autoridades migratorias estadounidenses se postergan cada vez más».
La entrevistada agrega que «tengo una bebé que ha estado malita de su estómago me imagino que por el tipo de comida con diarrea y vómito… tengo 160 personas y están sus citas hasta febrero 27 y 28 de febrero.
