Alrededor de 4 mil soldados e infantes de marina ya están vigilando las refinerías de petróleo de México y otras instalaciones operadas por la compañía petrolera estatal como parte de la estrategia de robo de combustible del gobierno federal.
“Vamos a fortalecer la vigilancia de 1.600 kilómetros de tuberías. . . Los seis conductos principales. Vamos a seguir implementando las acciones que sean necesarias. . “Vamos a enfrentar este flagelo”, dijo López Obrador a los periodistas en su conferencia de prensa diaria en el Palacio Nacional en la Ciudad de México.
Dijo que se establecerán bases de vigilancia a lo largo de la red de tuberías desde donde los militares llevarán a cabo sus operaciones de robo de combustible.
López Obrador también pidió a las personas cómplices de los ladrones de combustible conocidos como huachicoleros que dejen de apoyar el crimen.
“Les pido a los miembros de las comunidades y los pueblos a través de los cuales corren las tuberías para ayudarnos. Si antes, debido a la falta de oportunidades, colaboró con aquellos que se dedican a robar combustible, no lo haga más, no sea cómplice “, dijo.
“Las cosas han cambiado ahora. Los servidores públicos ya no roban el dinero de la gente y nadie debe dedicarse al robo. “Si ganaba ingresos al participar en actividades ilegales, ahora obtendrá esos mismos recursos de manera limpia a través de programas y becas [del gobierno]”, agregó el presidente.
López Obrador ha hecho que la lucha contra el robo de combustible, que cuesta a las arcas públicas miles de millones de pesos al año, sea una prioridad temprana para su gobierno.
Pero la decisión de cerrar las tuberías y, en cambio, hacer un mayor uso de los camiones cisterna para transportar combustible ha provocado una crisis de escasez de gasolina que ahora ha afectado a al menos 10 estados.
La escasez se ha extendido a la Ciudad de México, donde ayer y hoy se han visto largas filas de automovilistas preocupados en las estaciones de servicio.
López Obrador dijo esta mañana que “el problema de la escasez de gasolina en la Ciudad de México se debió a un sabotaje de un oleoducto. . . entre Tuxpan [Veracruz] y Azcapotzalco, “un distrito del norte en la capital.
“Ya estaba reparado, anoche funcionó hasta las 10, habíamos anticipado que a las cinco de la mañana de hoy podríamos regularizar el suministro, pero a las 10 de la noche anterior el ducto se dañó nuevamente”, agregó.
Sin embargo, el presidente dijo que hay suficiente gasolina para satisfacer la demanda en la Ciudad de México, explicando que solo se debe distribuir a las estaciones de servicio.
Reiteró que la escasez en algunas partes del país se debe a la logística en lugar de a la oferta y afirmó que el problema terminaría pronto.
