Una nueva zambullida en la lira, la moneda turca, generó temblores en los mercados mundiales de divisas el lunes, en medio de temores de que el fracaso del gobierno de Recep Tayyip Erdogan para enfrentar su empeoramiento de la crisis financiera tendría un efecto dominó en otros países vulnerables.
El peso argentino y el rand sudafricano fueron las mayores víctimas de un día de turbulencia que vio a la lira caer un 8% frente al dólar y Erdogan arremetió contra los “terroristas económicos en las redes sociales”, mientras acusó a Donald Trump de apuñalar Turquía en la parte posterior.
Pero la insistencia del presidente turco de que su país sobreviviría a un asedio económico no tranquilizó a los mercados financieros, alarmados por el posible colapso del país de mercados emergentes estratégicamente vital.
La preocupación de que el 45% caiga en el valor de la lira este año sería una ruina para las compañías que habían tomado prestado fuertemente en monedas extranjeras, provocó la venta renovada de la lira y elevó el costo de atender el déficit presupuestario de Turquía.
Erdogan insistió en que la economía turca era fundamentalmente sólida y atacó al presidente de Estados Unidos por imponer sanciones y doblar los aranceles a las importaciones de aluminio y acero de Turquía la semana pasada por el arresto domiciliario de un pastor estadounidense, Andrew Brunson, por disputas por terrorismo.
“Estamos juntos en la OTAN y luego apuñalas a tu socio estratégico en la espalda”, dijo Erdogan mientras estaba bajo la presión de los mercados para responder a la caída de la lira y una tasa de inflación de más del 15%.
Hablando en una reunión de embajadores turcos en Ankara, Erdogan no ofreció indicios de que liberaría a Brunson y hasta el momento no ha presentado ninguna solicitud al Fondo Monetario Internacional para ayuda financiera de emergencia. La lira pronto se establecería “al nivel más razonable”, dijo.
