Después de ataque a tren alemán, temores sobre refugiados…. Y también de ellos

© 2016 New York Times News Service

WEIMAR, Alemania – Residentes de Weimar llegaron en tropel al parquet central de la ciudad alemana para escapar de calor en particular sofocante esta semana, montando días de campo y observando abejas escabulléndose a través de las flores silvestres cerca de un plácido estanque reflejante.

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Pero, para dos sirios que también se daban baños de sol, quienes en fecha reciente llegaron a esta ciudad oriental de 65,000 personas, el idilio de verano ocultaba inquietudes más profundas después de la noticia de un ataque en contra de un tren de pasajeros por parte de otro refugiado.

“Cuando te enteras de algo como esto, como este ataque, naturalmente sientes un poco de miedo”, dijo Hanan Alderzy, de 28 años de edad, quien llegó a Weimar hace tres meses del poblado central sirio de Masyaf. “¿Te tratará diferente la gente?”

Dijo que ella entendía los temores de sus nuevos vecinos alemanes. Sin embargo, agregó, sería un error responsabilizar de las acciones de un refugiado a todos los refugiados. “Un hombre debe ser conocido por su nombre, no por el lugar de donde vino”, dijo.

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No está en claro el grado de preparación de los alemanes para acoger ese tipo de consejo tras el episodio de la noche del lunes, cuando un refugiado de 17 años de edad atacó con un hacha y cuchillo a pasajeros, dejando heridos a cinco, dos gravemente.

Tras cientos de ataques sexuales en la Noche Vieja en Colonia que a todas luces involucran hombres refugiados del norte de África, Alemania se convulsionó con respecto a si ese desagradable choque cultural se convertiría en la norma en un país que había aceptado a más de 800,000 buscadores de asilo el año pasado, de Oriente Medio y otras partes.

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Actualmente la inquietud es que este ataque, al parecer de lobo solitario en contra de extraños viajando un oscuro tren regional, pudiera inspirar una ronda fresca de dudas con respecto a si Alemania había cometido un error garrafal al aceptar tantos inmigrantes.

“Fue solo una persona solitaria quien hizo esto”, dijo Heiko Clajus, quien también estuvo en el parque y quien trabaja en una serie de proyectos conmemorativos en el sitio de lo que era el campo de concentración de Buchenwald en las afueras de Weimar.

“No puedes realmente achacar esto a los refugiados en general y decir, ‘Ah, todos los refugiados son responsables y se les debe temer'”, dijo. “Sin embargo, es inquietante que hayamos tenido un incidente de ese tipo en Alemania”.

El joven refugiado que llevó a cabo el ataque no ha sido identificado por oficiales, pero fue nombrado ampliamente en los medios alemanes como Riaz Khan Ahmadzai.

Este miércoles, la policía federal de Alemania informó que había confirmado la autenticidad de un video atribuido a él por parte de Estado Islámico, que se refirió a él como uno de sus soldados.

“La familia adoptiva fue capaz de identificarlo, que él lo había archivado en el cuarto de su hogar donde había vivido, en que reconocieron el fondo”, dijo Joachim Hermann, ministro del Interior por el estado de Baviera, este miércoles. “Estamos absolutamente seguros, el video es auténtico”.

La evaluación respalda la idea de que el adolescente se había radicalizado rápidamente; se había mudado con la familia tan solo hacía algunas semanas.

Thomas de Maiziere, el ministro del Interior de Alemania, habló de que el sospechoso había sido “incitado” por propaganda de Estado Islámico. Con todo, él le restó importancia al significado del video, describiéndolo como similar a un video normal de suicidio.

“Quizá este sea un caso que cae en la zona gris entre una carnicería y un acto de terror”, dijo de Maiziere.

Antes de esta semana, el sospechoso no había dado señales de violencia. Había llegado a Alemania el año pasado como menor sin acompañante, diciendo que era de Afganistán, aunque oficiales ahora dicen que él pudiera haber sido de Pakistán.

Al parecer se estaba integrando bien, habiendo sido puesto en cuidado adoptivo en vez de en un hogar grupal. Pero, todo parece indicarlo, tras la noticia de la muerte de un cercano amigo de vuelta en casa la semana pasada, al parecer él se agitó y radicalizó rápidamente, dijeron oficiales alemanes.

“Eso no es bueno”, dijo Rainer Wernicke líder del Partido Verde por el estado de Turingia, que abarca a Weimar, mientras vagaba también a través del parque quemado por el sol en el centro de la ciudad. “La atmósfera en este país no es reconfortante”.

Wernicke dijo que preveía que el ataque tuviera un “impacto similar” al de los ataques de Colonia; haciendo que los alemanes se vuelvan más recelosos de aceptar refugiados musulmanes y fortalecer a influencia de partidos antiinmigrantes.

Peter Altmaier, jefe del estado mayor de la Canciller Ángela Merkel, dijo en una entrevista por la televisión alemana que, pese al ataque del lunes, toda la evidencia disponible mostraba que los refugiados no tenían mayores probabilidades de estar involucrados en incidentes violentos que cualquier otra persona.

“La mayoría de los terroristas que ha llevado a cabo ataques en Europa a lo largo de los últimos meses no eran refugiados”, destacó. “Eran personas que nacieron aquí y que crecieron aquí”.

Sin embargo, una declaración de la Alternativa para Alemania, partido de la derecha que ha ganado terreno políticamente este año con su postura antiinmigrante de línea dura, vinculó rápidamente el atentado al tren con “políticas acogedoras” de Merkel, que, dijo el partido, “habían traído demasiados hombres jóvenes sin educación y radicales a Alemania”.

Cem Ozdemir, presidente nacional de la Alianza 90/Los Verdes, dijo que si la gente efectivamente descendía al miedo y sacaba sus preocupaciones con los refugiados, sería contraproducente, dándoles a radicales islámicos exactamente el resultado que ellos deseaban.

Alemania, dijo, estaba en una encrucijada. Podría reaccionar “irracionalmente”, con el reforzamiento de su “estado policial” para contener y controlar a los refugiados, o podría actuar “racionalmente”, intercambiando datos de inteligencia más libremente con otras naciones europeas para ayudar a identificar a individuos violentos y radicalizados antes de que ataquen.

“Enfrentémoslo, no hay una respuesta fácil” dijo Ozdemir. “Si esto no es prueba de por qué necesitamos a Europa, no sé qué lo sea. Ningún país por sí solo pueden acometer esto solo. Necesitamos a Europa para hacer eso”.

Como ciudades a lo largo de Alemania, Weimar, famosa como el centro de la era dorada de la literatura alemana, hogar de Goethe y Schiller, ha tenido que aceptar su serie asignada de refugiados: alrededor de 900 de ellos en el caso de Weimar.

Uno de ellos, Lemar Poya, de 25 años, de Afganistán comía sobre una manta a la sombra en el parque, picando un platón de comida de día de campo preparada por mujeres refugiadas de Siria. Poya dijo sentirse preocupado de que algunos de los alemanes que él había conocido en los meses que había estado en Weimar lo verían de otro modo ahora, debido al ataque.

“Me sentía muy triste, y consternado”, dijo sobre sus sentimientos al enterarse del ataque. “¿Serán responsabilizados todos los afganos? Espero que no. Todo lo que quiero es aprender el idioma alemán y entrar a trabajar, así como hacer una vida aquí”.

Si bien reconocen que fue posible un incidente relacionado con terrorismo – quizá probable -, muchos alemanes se habían consolado diciéndose que, antes del lunes, no había existido nada del tipo de violencia que ha azotado a Francia y Bélgica.

Ellos lo vieron como una consecuencia de que Alemania sea más abierta e integradora que esos países. Pero, actualmente, no están tan seguros.

“Estoy realmente triste justo ahora, porque creí que Alemania no sería blanco de ese tipo de ataques en el futuro cercano, debido a que Alemania ha intentando arduamente ayudarles a los refugiados”, dijo Micha Ott, diseñador gráfico. “Ahora, espero que no se ponga más duro para los refugiados”.

“Con todo”, agregó, “tenemos que enfrentar el hecho de que con esto ocurriendo aquí en Alemania, los alemanes están aterrados ahora”.

Rick Lyman

© The New York Times 2016