Brazo covid y dedo covid Toe ya han sido identificados formalmente por la comunidad médica como efectos secundarios de COVID-19 y sus vacunas asociadas.
Ahora, oído covid está aquí para marcar una parte más del cuerpo en la naturaleza de cabezas, hombros, rodillas y dedos de los pies de las complicaciones de COVID.
Las personas infectadas con SARS-CoV-2, el patógeno que causa la enfermedad COVID-19, han informado alteraciones auditivas como pérdida de audición y tinnitus (zumbidos en los oídos). También se ha asociado con dificultades en el equilibrio, algo que puede suceder cuando las cosas van mal en nuestros oídos.
Para investigar si COVID-19 realmente está alterando nuestras aletas de sonido, un nuevo artículo publicado en la revista Communications Medicine analizó a 10 pacientes con COVID-19 con problemas de oído.
Con base en la información obtenida al mirar en sus oídos y en los de ratones, pudieron ejecutar los primeros modelos celulares in vitro de enfermedades infecciosas del oído interno para tratar de establecer un mecanismo para que COVID-19 infecte y afecte el oído y el canal auditivo.
Su resultado mostró que el tejido de nuestro oído alberga algo llamado receptor ACE2, un punto de entrada reconocido para el patógeno SARS-CoV-2. También vienen completos con TMPRSS2 y FURIN, dos cofactores necesarios para la entrada exitosa del virus. Excelente.
Nuestros oídos también tienen células de Schwann, que pueden sonar como Sean Connery diciendo cisne, pero de hecho son otra variedad de escamas humanas que le gustan al SARS-CoV-2. Agregue a eso la naturaleza borrosa de nuestros oídos, cuyas células ciliadas han demostrado ser otro punto de entrada para el patógeno, y el oído comienza a verse como un lugar bastante sospechoso para el COVID-19.
“Demostramos que las células del oído interno de humanos y ratones tienen la maquinaria molecular para permitir la entrada del SARS-CoV-2”, escribieron los autores del estudio. “Demostramos además que el SARS-CoV-2 puede infectar tipos específicos de células del oído interno humano. Nuestros hallazgos sugieren que la infección del oído interno puede ser la base de los problemas de audición y equilibrio asociados con COVID-19 ”.
Con información de IFL Science
