Keiko Fujimori, líder de la oposición política peruana e hija del ex autócrata Alberto Fujimori, fue detenida como parte de una investigación sobre el presunto lavado de dinero en su campaña presidencial de 2011.
Los fiscales están investigando el origen de varias donaciones financieras no declaradas a la campaña de Fujimori y vínculos a la constructora brasileña Odebrecht, que se encuentra en el centro del mayor escándalo de corrupción en América Latina.
La detención de Fujimori el miércoles se produce apenas una semana después de que un juez del tribunal supremo ordenó a su padre, el ex presidente Alberto Fujimori, que volviera a la cárcel para cumplir una condena de 25 años por autorizar a los escuadrones de la muerte, supervisar la corrupción desenfrenada y la manipulación de votos. Fujimori, de 80 años, recibió un indulto médico el año pasado por el ex presidente Pedro Pablo Kuczynski.
“Esta detención es abusiva y arbitraria”, dijo la abogada de Keiko Fujimori, Giuliana Loza, quien dijo a los periodistas que ocurrió cuando su cliente asistió a la oficina del fiscal general para dar testimonio en la investigación en curso.
El esposo de Fujimori, Mark Vito, dijo que ella fue víctima de “persecución política” y que los fiscales no encontraron una sola pieza de evidencia en una investigación que duró más de dos años.
Los partidarios de Fujimori se reunieron de inmediato para protestar frente a la principal estación de policía en el centro de Lima. Las imágenes en las redes sociales mostraban a un Fujimori esposado que era trasladado allí desde la oficina del fiscal.
El fiscal José Domingo Pérez dijo que había pedido que se detuviera a Fujimori por 10 días debido al riesgo de que ella pudiera escapar. Dijo que ella había “establecido una organización criminal dentro de su partido político” que tenía “poder político y, como resultado, un nivel de influencia e interferencia en el poder legislativo y judicial”.
Junto con Keiko Fujimori, otras 19 personas recibieron la orden de ser detenidas, entre ellas los ex jefes de su campaña presidencial en 2016, Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya.
