Ciudad de México.- Luego de la explosión de un ducto de combustible en Tlahuelilpan, Hidalgo, Isidoro Velasco Pérez recuenta los hechos. Al correrse el rumor de que regalaban gasolina, Isidoro fue junto con sus tres sobrinos y afirma que “…cuando nos acercamos a los militares con los bidones en la mano y les pedimos permiso para pasar adonde estaba la fuente de gasolina, me dice: Adelante, bajo tu propia vida. Por eso a mi entender, nos dieron permiso…”.
Por su parte, dos de sus sobrinos, Carlos Martínez Velasco y Mario Hidalgo Velasco ya fallecieron, mientras que el tercero, Enrique Hidalgo Velasco se encuentra en terapia intensiva.
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Con información de Milenio
