Una investigación de 20 años realizada por la Universidad de Harvard reveló que las personas que hacen dietas más exitosas eran aquellas genéticamente predispuestas la obesidad.
Los investigadores encontraron que aquellos con el mayor riesgo genético podían mejorar su BMI aproximadamente un 70 por ciento mejor que aquellos que no lo estaban.
Creen que el acto de hacer la dieta en sí puede debilitar el efecto de la predisposición genética a nivel molecular.
Publicado en el British Medical Journal, el estudio rastreó a casi 14,000 personas entre 1986 y 2006.
La Dra. Louisa Ells, de la Universidad de Teesside en Middlesbrough, quien revisó los hallazgos de la revista, dijo: “La predisposición genética no es una barrera para el control exitoso del peso y no es excusa para respuestas débiles de salud y políticas”.
La obesidad es un trastorno complejo que involucra una mezcla de genes e influencias ambientales.
Investigaciones anteriores han demostrado que las dietas altas en bebidas endulzadas con azúcar y alimentos fritos pueden amplificar las asociaciones genéticas con un mayor peso corporal.
Los primeros genes asociados con el aumento de peso se descubrieron hace 10 años, ya que se han encontrado más de 100 genes nuevos.
Entre el 40 y el 44 por ciento de las personas portan la variante del gen FTO, y alrededor del 16 por ciento tienen dos copias, lo que hace que sea aproximadamente un 70 por ciento más probable que se vuelvan obesas.
La nueva investigación es la primera en evaluar las interacciones entre la calidad de la dieta y la predisposición genética a la obesidad a largo plazo.
“A largo plazo, la pérdida de peso dramática es difícil de lograr, incluso en el contexto de las intervenciones de pérdida de peso”, dijo el Dr. Tiange Wang, de la Universidad de Tulane en Louisiana.
“Por lo tanto, incluso una pérdida de peso moderada o simplemente mantener el peso desde la edad adulta en adelante, en comparación con el aumento de peso, puede tener un efecto sustancial en la salud de la población”.
Con información de The Telegraph
