¿Qué tienen en común los extraterrestres, los fantasmas y el estiércol de vaca? Aparentemente, todos son algo para disparar con plasma. Sí, en un intento poco convencional para abordar la crisis climática en constante desarrollo, los científicos han estado disparando caca de vaca con rayos de plasma. ¿El objetivo? Despojar a la materia de sus componentes más dañinos, a saber, amoníaco y metano.
El inusual experimento se está desarrollando en una pintoresca granja en Buckinghamshire, Reino Unido, donde el estiércol de vaca no es escaso. Usando “relámpagos artificiales” hechos de un perno de plasma, una corriente de átomos sobrecalentada capaz de romper moléculas, los científicos se pusieron a disparar a la mierda para ver si podía romper el contenido de la caca.
Los análisis de las heces revelaron que el tratamiento con heces de plasma fue exitoso, eliminando el amoníaco y descomponiéndolo en nitrógeno puro. Esta es una ventaja adicional para los agricultores, que utilizan nitrógeno como fertilizante. Al volar la caca a la siguiente dimensión, a su vez crean una lechada altamente fértil que se puede usar allí mismo en la granja. Según un informe de la BBC, el tratamiento es tan eficaz que puede convertir el 90 por ciento del amoníaco en nitrógeno.
En cuanto al metano, el rayo artificial eliminó el 99 por ciento. Esta es una gran victoria para la cría de vacas desde una perspectiva ambiental, ya que las prácticas tradicionales que ven el estiércol acumulado se han identificado como un contribuyente significativo a las emisiones globales. El metano tiene un efecto directo del calentamiento de la Tierra, algo que ciertamente no necesitamos más en este momento.
El amoníaco es tóxico, por lo que destruirlo en pedazos es bueno para el medio ambiente y librará al campo de ese hedor característico que perdura alrededor de las comunidades agrícolas. Estas nubes de amoníaco también representan una amenaza potencial para las ciudades: si se desplazan hacia entornos urbanos ocupados, pueden reaccionar con otros contaminantes del aire, creando combinaciones tóxicas que pueden tener graves implicaciones para la salud.
Si bien los resultados de las pruebas en el Reino Unido han sido positivos, la tecnología no está exenta de limitaciones. En un mundo ideal, la tecnología se implementaría a nivel mundial, pero aún no se ha determinado su viabilidad en términos de asequibilidad.
El tratamiento de la caca de plasma llega en un momento de redescubrimiento e innovación para la ganadería, ya que se anunció recientemente que en otros lugares se había enseñado con éxito a las vacas a usar el baño. Al reunir toda la caca de vaca y la orina de vaca en una letrina conveniente, el enfoque espera asegurar las vías fluviales que pueden contaminarse cuando hay demasiados animales reunidos en un solo lugar, como es el caso en muchos entornos de ganadería.
Con información de IFL Science
