
En estos dos casos, suman cuatro muertes y dos asesinas que gozan de libertad gracias a nuestras leyes
La lamentable muerte de la niña Silvia Aurora López de 5 años, ocurrida cuando una conductora la atropelló junto a la abuela de la menor así como con su hermano de 7 años, es a todas luces una tragedia que enlutó a una familia, la cual decidió donar los órganos de la infante luego de que se le declaró muerte cerebral.
La decisión no fue fácil pero fue la más reconfortante para los padres y parientes que de esta forma buscan un consuelo ante la pérdida irreparable de una hija en plena infancia.
Los progenitores de Silvia Aurora, a quien describen como una niña que hacía amistades con mucha facilidad, aceptaron donar no solo las córneas como lo sugirió el equipo médico de la clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social sino también órganos como corazón, riñones, hígado y aquellos que puedan ayudar a salvar vidas.
El accidente tuvo lugar el pasado 12 de agosto en la colonia Planicie, cuando la menor Silvia Aurora y su hermano Obed de 7 años, cruzaban una calle junto con su abuela, de 67 años de edad, pero una mujer identificada como Carla Alejandra N arrolló a los tres cuando perdió el control de una camioneta Silverado, la cual conducía en estado de ebriedad.
De esta tragedia solo salvó la vida el menor Obed, quien recibirá atención psicológica ante la magnitud del trauma por el que atravesó.
Aunque la atención se ha centrado en la familia López, no perdamos de vista de Carla Alejandra podrá salir libre ya que la legislación en México no tipifica estos casos como un homicidio doloso sino culposo.
Así que con la ayuda de un abogado, Carla Alejandra saldrá libre si no es que ya está en las calles, al igual que en 2021 cuando otra mujer, Nailea Salas, mató a una familia cuyo vehículo chocó mientras hacían fila para cruzar a Estados Unidos. El carro ardió y la madre intentaba rescatar a su esposo que quedó atrapado entre las llamas. Ambos murieron y sus tres hijos resultaron con quemaduras de por vida.
En estos dos casos, suman cuatro muertes y dos asesinas que gozan de libertad gracias a nuestras leyes y a nuestros diputados que prefieren legislar sobre temas irrelevantes, menos lo que realmente importa: tutelar el bien mayor que es la vida, esa que con los órganos de Silvia Aurora, la familia López López ayuda a florecer.