El fugitivo ex gobernador Javier Duarte fue capturado el sábado por la noche en una ciudad turística de Guatemala, poniendo fin a una cacería de seis meses a un político acusado de flagrantes actos de corrupción en un país acostumbrado a escándalos de este tipo.
Javier Duarte fue detenido por la policía nacional de Guatemala en Panajachel, 140 kilómetros al oeste de la ciudad de Guatemala, actuando bajo una orden de detención de la Interpol. El Ministerio de Relaciones Exteriores de México dijo en un comunicado que pedirá la extradición de Duarte.
Duarte gobernó anteriormente el estado de Veracruz de 2010 a 2016, pero renunció en los meses menguantes de su administración a medida que aumentaban las acusaciones; y después de que el PRI perdiera por primera vez el control de la gobernación.
Duarte escapó del país en un helicóptero del gobierno supuestamente prestado por el gobernador interino que lo reemplazó, Flavino Ríos, aunque Ríos negó haber asistido a Duarte.
La fuga llegó a encapsular el desafío a la corrupción y la impunidad en México, generando preguntas incómodas sobre si la clase política del país perseguiría realmente a uno de los suyos.
El presidente Enrique Peña Nieto había elogiado a Duarte como un ejemplo de una “nueva generación” de líderes en su partido PRI, en unas declaraciones que después lamentaría.
Duarte se volvió insostenible. Su administración generó indignación mucho antes de renunciar, especialmente debido a los 19 periodistas asesinados durante su tiempo en el cargo, lo que llevó a grupos de libertad de prensa a calificar a Veracruz como el lugar más peligroso para ejercer periodismo.
La violencia aumentó, junto con las desapariciones forzadas: más de 250 cráneos fueron recuperados de una tumba clandestina en el estado.
Las acusaciones de corrupción también fueron abundantes. Auditores alemanes afirman que se apropió indebidamente de más de 55,000 millones de pesos, mientras que los periodistas encontraron una serie de compañías con las que sus asociados derrocharon dinero.
“Hablar mal de Duarte se ha convertido en el pasatiempo nacional”, dijo Miguel Ángel Díaz, editor del sitio de noticias en línea Plumas Libres en el estado de Veracruz y periodista que dejó el estado durante la administración de Duarte debido al hostigamiento.
“Se ha convertido en la risa de México, emblema de la corrupción aquí”, dijo Díaz.
Duarte fue el segundo ex gobernador en ser capturado en acusaciones de corrupción en menos de una semana. Tomás Yarrington, ex gobernador del estado de Tamaulipas, en la frontera de Texas, fue arrestado el 9 de abril en Italia por acusaciones de que recibió sobornos del Cártel del Golfo y del sindicato criminal mexicano Los Zetas.
“Es un sistema que incentiva la actuación ilegal y paga generosamente a la gente que permanece en el juego por el poder y el dinero”, dijo Gerardo Priego, ex congresista del Partido de Acción Nacional de derecha. Los que fueron capturados, añadió Priego, a menudo son los que rompen las reglas no escritas o desafían a la dirección del partido y posteriormente “se les retrata como ladrones, se les echa a la cárcel y se deshonran por el resto de sus vidas”.
