El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, canceló una visita prevista a una isla que las Filipinas reclaman en el disputado Mar de China Meridional, después de que Beijing le advirtiera contra la visita.
El impetuoso líder filipino anunció la semana pasada su plan de levantar la bandera filipina en la isla de Thitu, en la cadena Spratlys, y fortificarla con cuarteles, encendiendo alarmas.
“Debido a nuestra amistad con China y porque valoramos su amistad no voy a subir a levantar la bandera de Filipinas”, dijo Duterte en un discurso pronunciado ante la comunidad filipina en Riyadh el miércoles.
“Dijeron, no vayan allí mientras tanto, simplemente no vayan por favor. Me corregiré porque valoramos nuestra amistad con China “, dijo, añadiendo que podría enviar a su hijo a la isla.
Duterte hizo la amenaza por primera vez el 6 de abril cuando dijo a los reporteros: “He ordenado a las fuerzas armadas que ocupen todas estas tantas islas, creo que nueve o diez, y que pongan estructuras y la bandera de Filipinas”.
“Y en el próximo Día de la Independencia nuestro [12 de junio], podría, puedo ir a la isla de Pag-asa para levantar la bandera allí. Incluso las que están vacías, habitaremos allí. “
China reclama la mayor parte del Mar de China Meridional a través del cual pasan anualmente unos 5 billones de dólares en comercio marítimo. Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam también tienen reclamaciones.
Duterte dijo que Pekín le advirtió que “probablemente habrá problemas” si todos los jefes de estado de las partes contendientes irán a las islas en disputa y plantarán banderas.
Duterte, que lideró el calentamiento de los lazos con China, ha culpado a Estados Unidos de las actuales tensiones marítimas por no intervenir para impedir que China construya y arme las islas artificiales en la zona económica exclusiva de Filipinas.
Filipinas reforzará, pero no militarizará, áreas en el Mar de China Meridional controladas por Manila para mantener el equilibrio geopolítico, dijo Duterte el lunes.
