Estados Unidos acusó a Rusia de un ataque cibernético de amplio alcance contra su red energética y otras partes clave de su infraestructura, mientras incrementó las sanciones contra la inteligencia rusa por su interferencia en las elecciones de 2016.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que se había encontrado malware en los sistemas operativos de varias organizaciones y compañías en los sectores de energía, nuclear, agua y “fabricación crítica” de EEUU y que el malware y otras formas de ciberataques se habían rastreado hasta Moscú .
“El comportamiento de Rusia continúa molestándonos y seguimos retrocediendo de manera significativa”, dijo un alto funcionario de seguridad nacional.
El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitieron una alerta, instando a otras empresas de la industria a revisar su ciberseguridad. La alerta decía que el ciberataque concertado sobre la infraestructura de los EE. UU. Comenzó en marzo de 2016.
“Es el juicio del DHS que los ciberhackers del gobierno ruso estaban detrás del pirateo de organizaciones en el sector energético”, dijo un alto funcionario, y agregó que estaba claro que el ataque cibernético fue coordinado y “deliberadamente dirigido”.
Los funcionarios agregaron que el motivo del ataque fue inicialmente la vigilancia, para recopilar información sobre los sistemas de administración de computadoras en la red energética de los EE. UU.
La alerta de ciberseguridad decía: “DHS y el FBI caracterizan esta actividad como una campaña de intrusión en múltiples etapas por ciber actores del gobierno ruso que se enfocaron en redes de pequeñas instalaciones comerciales donde escenificaron malware, realizaron spear phishing y obtuvieron acceso remoto a redes del sector energético”.
“Luego de obtener acceso, los ciber actores del gobierno ruso realizaron un reconocimiento de la red, se desplazaron lateralmente y recopilaron información relacionada con los sistemas de control industrial”, agregó.
Al mismo tiempo, el Tesoro de los Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra las personas y entidades rusas, incluidas las agencias de inteligencia FSB y GRU, así como la Agencia de Investigación de Internet en San Petersburgo, por interferencia en las elecciones de 2016.
Con información de The Guardian
