Una compañía multinacional italiana de petróleo y gas ha recibido permiso para avanzar con planes de perforación en aguas federales de Alaska que los activistas ambientales dicen que pondrán en peligro a los osos polares, las ballenas franca y otros mamíferos marinos.
El miércoles, la Oficina Federal de Gestión de Energía Oceánica anunció la aprobación condicional de un plan exploratorio de perforación presentado por una filial estadounidense de la empresa Eni.
La compañía planea perforar cuatro pozos de exploración del sitio de perforación de Spy Island, una isla artificial de grava de 11 acres construida en aguas del estado de Alaska de 6 a 8 pies de profundidad. Spy Island es una de las cuatro islas artificiales en el mar de Beaufort, en la costa norte de Alaska, que apoyan la producción de petróleo.
Barack Obama prohibió el año pasado la exploración de petróleo y gas en la mayor parte del océano Ártico. Donald Trump, en abril, ordenó al secretario del Interior, Ryan Zinke, que revisara la prohibición, con el objetivo de abrir áreas en alta mar. Ambiental y los grupos nativos de Alaska demandaron para mantenerlo.
Grupos ambientales dicen que los derrames potenciales ponen en peligro la fauna marina. Los contratos de arrendamiento de Eni habrían expirado a finales de 2017, dijo Kristen Monsell, abogada del Centro para la Diversidad Biológica, en una declaración preparada. El plan de Eni pide pozos de alcance extendido que podrían extenderse más de seis millas hacia las aguas federales.
La administración de Trump proporcionó al público sólo 21 días para revisar y comentar el plan de exploración y sólo 10 días para comentar sobre el alcance de una evaluación ambiental, Monsell dijo.
“Aprobar este plan de perforación del Ártico a la hora 11 hace un proyecto peligroso aún más arriesgado”, dijo Monsell. “Un derrame de petróleo aquí haría un daño increíble, y sería imposible limpiarlo”.
El personal de la oficina de Eni en Anchorage dijo que no podía comentar y envió una solicitud de comentarios a los funcionarios de la compañía en Milán.
Con información de The Guardian
