Donald Trump dijo que Estados Unidos no sería un “campo de migrantes” ya que su administración defendió su práctica controvertida de separar a los niños migrantes de sus padres en la frontera.
“Estados Unidos no será un campo de migrantes y no será un centro de detención de refugiados”, dijo Trump durante un discurso en la Casa Blanca el lunes.
“Mira lo que está sucediendo en Europa”, continuó, “mira lo que sucede en otros lugares, no podemos permitir que eso suceda en los Estados Unidos. No estoy bajo mi cuidado “.
Trump ignoró un coro cada vez más intenso de condena de una política de aplicación de tolerancia cero que ha resultado en la separación de casi 2,000 niños de sus padres en solo seis semanas. La táctica de separación ha provocado la reacción bipartidista de destacados miembros del Congreso, defensores de los derechos humanos y líderes religiosos que han calificado la táctica de cruel e inhumana.
Trump nuevamente trató de cambiar la responsabilidad de la política, alegando de manera inexacta que su administración simplemente estaba aplicando las “horribles leyes” del país.
“Digo que es muy culpa de los demócratas”, dijo. En una serie de tweets del lunes, Trump exigió al Congreso “CAMBIAR LAS LEYES”.
No existe una ley que exija a los funcionarios de inmigración que separen a las familias migrantes en la frontera y las administraciones pasadas han evitado la práctica. Las separaciones son consecuencia de la política de “cero tolerancia” de la administración Trump que somete a todos los migrantes que son atrapados tratando de ingresar a los EEUU ilegalmente a un proceso penal. Los niños no pueden ser retenidos en cárceles federales mientras los adultos esperan juicio y como resultado son separados de sus padres.
Con información de The Guardian
